Edge computing: por qué es una tecnología clave para la educación digital

Publicado el 26 Ene 2021

Edge computing: por qué es una tecnología clave para la educación digital

Lo vivido en 2020 ha demostrado que la tecnología es fundamental para el éxito en un mundo cada vez más apoyado en la educación digital. Sin embargo, en dicho sector existe aún cierto desconocimiento acerca del papel que puede desempeñar el edge computing para cumplir con la creciente e inevitable demanda de actividad IT, continuidad del negocio, conectividad y disponibilidad.

Organizaciones e instituciones educativas deben encontrar la manera de modernizar su IT a fin de brindar experiencias de aprendizaje consistentes e impactantes. Los sistemas de computación de borde, que incorporan energía de respaldo, como la fuente de alimentación ininterrumpida (UPS), IT integrada, software y monitoreo remoto, serán necesarios para respaldar y habilitar nuevas tecnologías y servicios.

¿Qué es el edge computing?

El edge computing sirve para situar los recursos informáticos o el almacenamiento en el borde de las redes; acerca los datos y las aplicaciones a los dispositivos, las fuentes de datos y sus usuarios. Existen conceptos de microcentros de datos donde, en lugar de tener un centro de datos centralizado con el que todos los dispositivos “hablan”, una gran cantidad de centros de datos de borde localizados se encuentran más cerca de las aplicaciones a las que sirven.

En las escuelas y otras instituciones educativas, las implementaciones de borde pueden ayudar a administrar los datos y los sistemas de IT en múltiples campus distribuidos o incluso en residencias de estudiantes. Con una expansión continua del aprendizaje online y la accesibilidad remota, los alumnos acceden con mayor frecuencia a materiales de aprendizaje en aulas virtuales. En consecuencia, los equipos de IT están construyendo salas de servidores más pequeñas, que a menudo son microcentros de datos seguros, lo más cerca posible. Es un reto que crece exponencialmente.

Los beneficios de la computación perimetral localizada incluyen redundancia (sin un solo punto de error) y tiempos de respuesta generales más rápidos en una red distribuida. Como los datos no necesitan viajar tan lejos, se procesan en el borde.

La computación perimetral, también conocida como IT distribuida, puede abordar las deficiencias en el rendimiento de la computación en la nube e incluso facilitar el camino hacia las regulaciones de datos o el cumplimiento normativo a través de una mejor gestión de datos a nivel local. Estos problemas son cada vez más urgentes con la digitalización en constante avance y el auge de las aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT). En la actualidad, se esperan alrededor de 38.600 millones de dispositivos conectados en todo el mundo para 2025.

¿Capacidad al límite?

Las escuelas y otros entornos educativos utilizan cada vez más los sensores de IoT y las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) en red para monitorear los equipos y la actividad de aprendizaje de los estudiantes. Por lo general, estos requieren un ancho de banda de latencia ultrabaja para funcionar de manera confiable. En el ámbito de la educación, las inversiones potenciarán positivamente los avances en la tecnología, así como la eficiencia operativa que beneficiará tanto a los estudiantes como a las escuelas.

Barclays Research ha pronosticado que el gasto total en tecnología educativa alcanzará los 342.000 millones de dólares a nivel mundial para 2025, acercándose a una impresionante tasa compuesta anual del 12% para 2030. Los estudiantes requieren hoy mucho más que un libro de texto, con la esperanza de tener acceso a un ordenador y aprender de forma remota. Se trata de mucho más que simplemente aprender lecciones tradicionales en línea, o incluso transmitir videos o podcasts en clase.

La personalización y el aprendizaje adaptativo, las tecnologías inmersivas y la gamificación no son solo innovaciones, sino que ya se están adoptando, impulsadas por tecnologías hambrientas de datos, desde la realidad aumentada (AR) hasta la realidad virtual (VR). Estas tecnologías avanzadas no solo brindan experiencias de aprendizaje nuevas y memorables, sino que también permiten a las instituciones adaptar la oferta educativa a las necesidades específicas de las personas.

Acelerando una transformación

Mientras tanto, la crisis sanitaria ha cambiado la educación para siempre. El sector se ha visto obligado a adoptar nuevos cambios tecnológicos casi de la noche a la mañana. La UNESCO informa que 195 países cerraron los campus escolares cuando la Covid-19 se extendió por todo el mundo, afectando a unos 1.500 millones de estudiantes a escala global. Este mayor nivel de actividad online en muchos segmentos continuará en 2021.

Esta transformación digital acelerada ha causado un inmenso estrés y tensión en equipos obsoletos, que abarcan el hardware y la conectividad del consumidor, así como la infraestructura escolar existente. Desde salas de servidores hasta servicios de telecomunicaciones, esto afecta a las instalaciones de educación terciaria y de adultos tanto como a las escuelas primarias y secundarias, ya que la demanda de enseñanza virtual y software móvil continúa creciendo.

Por lo tanto, los proveedores de educación continúan afrontando enormes desafíos para mantenerse al día con la capacidad a corto plazo, así como para garantizar que se cuenta con las tecnologías y conjuntos de habilidades adecuados. Según el European Data Portal, el 9% de los estudiantes en Europa no tiene acceso a “un espacio tranquilo para estudiar”, lo que destaca la necesidad crucial de que las organizaciones educativas proporcionen los recursos adecuados.

Además, las poblaciones tienen acceso variable a ordenadores y conexiones a Internet. Y es que, cuando las instituciones han logrado cumplir con los requisitos básicos de conectividad y ancho de banda y satisfacer la demanda acumulada, todavía hay problemas de disponibilidad y tiempo de actividad, sin mencionar las dificultades de implementar regímenes de seguridad web efectivos y consistentes, así como comportamientos de monitoreo en una red distribuida.

Adiós a los sistemas convencionales

Para los profesionales del sector de la educación, el edge computing ayuda a potenciar las experiencias online o de aprendizaje digital. Los directivos de IT que encaran estas circunstancias deben adoptar un plan de tres etapas para respaldar las iniciativas de educación en línea a gran escala.

En primer lugar, los operadores de IT deben proteger su infraestructura de computación de borde mediante el uso de fuentes de alimentación ininterrumpida (UPS) y unidades de distribución de energía (PDU) para garantizar que tengan la capacidad y el tiempo de actividad adecuados.

El segundo paso consiste en comprobar el estado de toda la infraestructura de IT y ver cómo se pueden actualizar los sistemas en las instalaciones para optimizar el rendimiento. En este caso, los sistemas de refrigeración, los racks y los gabinetes pueden requerir una actualización o el direccionamiento de los diseños para ofrecer una mayor eficiencia energética. También pueden ser necesarias medidas de seguridad física y cibernética adicionales para garantizar la protección contra errores humanos, ya que se implementan más ordenadores en áreas geográficamente dispersas.

Finalmente, y a largo plazo, los proveedores de educación deben considerar aprovechar el software de administración de infraestructura del centro de datos (DCIM) de próxima generación y la inteligencia artificial (IA) para ofrecer capacidades de monitoreo remoto en tiempo real, alertas proactivas y poder enviar equipos de servicio para corregir cualquier problema. Esto ayudará a los profesionales de IT de la educación a adaptarse a la nueva normalidad y les ofrecerá una mejor perspectiva.

A medida que miramos hacia el futuro y las tecnologías digitales desempeñan un papel más importante en la educación, no hay duda de que el edge computing, la potencia resiliente y la conectividad ininterrumpida serán cruciales para la educación. Actualmente, un solo día de inactividad puede ser tan perjudicial para las aulas virtuales como lo es un día fuera de la escuela. Garantizar una experiencia de aprendizaje diversa, eficaz y digital es imprescindible para la próxima generación de estudiantes.

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João Cruz

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