La nueva edición del informe State of Cybersecurity 2025 de ISACA, basado en una encuesta a más de 3.800 profesionales del sector, de los cuales 740 trabajan en Europa, revela que los desafíos para contratar y retener talento se mantienen como el principal obstáculo para reforzar la seguridad digital en las empresas.
El 58% de los encuestados en Europa reconoce que sus equipos de ciberseguridad están por debajo de lo necesario y que existen puestos vacantes sin cubrir. En paralelo, dos de cada tres empresas tardan entre tres y seis meses en contratar personal para puestos de entrada, un retraso que también se repite en cargos de mayor nivel.
Aunque el 45% de los responsables cree que los recién graduados están bien preparados, persisten carencias claras. Entre las principales brechas de conocimiento destacan la respuesta a incidentes, la seguridad de los datos y la gestión de vulnerabilidades.
Estrés creciente en los equipos
El estudio también muestra que el 68% de los profesionales considera su trabajo más estresante que hace cinco años. El principal motivo es la complejidad del panorama de amenazas, que lleva a un 45% a señalar el estrés como la principal causa de abandono en el sector.
Los líderes del área reconocen la necesidad de reforzar las habilidades blandas como la comunicación, la adaptabilidad y el trabajo en equipo, que resultan clave para mantener la resiliencia frente a incidentes.
Inteligencia artificial y presupuestos ajustados
La inteligencia artificial empieza a integrarse en la gestión de la ciberseguridad. El 51% de las organizaciones indica que sus equipos han participado en la definición de políticas de gobernanza de IA, mientras que un 46% está implicado en su implementación. Sus usos más frecuentes son la detección de amenazas, la seguridad de los dispositivos y la automatización de tareas rutinarias.
En cuanto a financiación, el 54% considera que los presupuestos siguen estando por debajo de lo necesario. Además, cada vez menos empresas esperan aumentos significativos, lo que contrasta con un entorno en el que los ataques crecen en volumen y sofisticación.
El informe concluye que los responsables de seguridad deberán alinear las estrategias digitales con los objetivos empresariales y garantizar la sostenibilidad de los recursos humanos y financieros para afrontar los próximos años.