El estudio presentado en Madrid señala que el 81% de los CDO priorizan inversiones para acelerar capacidades de IA, un porcentaje que muestra la urgencia con la que las organizaciones intentan integrar estas tecnologías. Esta apuesta se refleja en que la mayoría asegura que la estrategia de datos está alineada con la planificación tecnológica, un aumento notable respecto al año anterior. Sin embargo, solo el 26% confían en que sus datos permiten generar nuevas fuentes de ingresos basadas en IA, lo que evidencia un desfase entre intención y capacidad operativa.
Las barreras señaladas por los participantes se relacionan con la accesibilidad, la integridad y la precisión de los datos. Estas limitaciones frenan el uso de la información en aplicaciones avanzadas. El informe también destaca que muchos líderes optan por “llevar la IA a los datos” en lugar de centralizar grandes volúmenes de información, una decisión que busca reducir costes y acelerar procesos.
Cambio en el papel del CDO
El análisis apunta a una transformación en la función del Chief Data Officer. Según el informe, el 92% afirman que debe centrarse en los resultados de negocio para desempeñar su función con eficacia. Este enfoque supone pasar de un rol operacional a uno más estratégico. A pesar de ello, solo un tercio aseguran que puede explicar con claridad cómo los datos contribuyen a los resultados empresariales, y menos del 30% cuenta con métricas sólidas para medir ese impacto.
La mayoría de los responsables consultados considera que los datos propios se han convertido en un elemento clave de diferenciación. El 78% identifica el aprovechamiento del dato interno como un objetivo estratégico. Además, el 84% afirma que los productos basados en datos generados por sus organizaciones ya aportan ventajas competitivas. Estos resultados muestran un cambio de prioridad respecto a la gobernanza y la seguridad, áreas que tradicionalmente habían definido el rol del CDO.
Brecha de talento y cultura organizativa
Otro de los aspectos destacados es la falta de talento especializado. El 47% de los encuestados considera que atraer y retener perfiles avanzados es un desafío principal, un incremento significativo respecto a 2023. Este déficit afecta al despliegue de proyectos de datos y complica la implementación de modelos de IA a gran escala.
El estudio indica que el 82% cree que los datos se desperdician si la organización no facilita su acceso, y un 80% sostiene que la democratización del dato acelera los procesos. Aun así, fomentar una cultura basada en el uso responsable de la información continúa siendo un reto. La mitad de los líderes declara dificultades para cubrir puestos clave en datos y señala que los esfuerzos de contratación no siempre aportan las capacidades necesarias.
A pesar de las dificultades, el informe muestra una percepción positiva sobre el potencial de la inteligencia artificial. El 83% consideran que los beneficios del uso de agentes de IA superan los riesgos, y una mayoría se siente cómoda confiando en los resultados generados por estas herramientas. Sin embargo, el 79% reconocen que aún se encuentra en fases iniciales en el desarrollo de conjuntos de datos adecuados para entrenar estos sistemas.
El estudio del IBM Institute for Business Value, realizado con Oxford Economics, recopiló datos entre julio y septiembre de 2025 en 27 regiones y 19 sectores. Concluye que las organizaciones avanzan hacia un modelo en el que la inteligencia artificial depende de la solidez de los datos, mientras los CDO intentan equilibrar ambición tecnológica, preparación interna y carencias de talento.






