El primer barómetro nacional sobre la inteligencia artificial generativa en las empresas españolas. Este estudio, realizado entre más de 450 altos directivos de distintos sectores empresariales, revela el creciente interés de las empresas en adaptarse a la IA generativa. También aborda los desafíos que enfrentan en términos de talento, privacidad y control sobre la tecnología. El estudio fue realizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Colaboraron también Arsys y el grupo de investigación en economía política de innovación de la Universidad Complutense de Madrid.
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¿Cómo se están adaptando las empresas españolas?
Cuatro de cada diez directivos (el 44,1%) consideran que las empresas que no se adapten a la IA generativa se enfrentan al riesgo de desaparecer. La incorporación de esta tecnología se enfrenta a notables obstáculos, como la percepción de pérdida de control sobre la privacidad de los datos y el manejo autónomo de la información. Sectores clave para la economía nacional, como el agroalimentario, servicios, construcción o energía, muestran una implementación aún rezagada. Entre sus causas más comunes se encuentran las limitaciones presupuestarias y a la falta de conocimientos técnicos. “Adaptarse es clave para seguir siendo competitivos y evitar el riesgo de desaparecer”, señala Juan Duce, director de innovación de APD.
Un 84,8% de los encuestados considera que la IA Generativa ofrece grandes oportunidades para optimizar la eficiencia y personalizar servicios. Esto deriva en que las empresas españolas pueden posicionarse mejor en un mercado global cada vez más competitivo. Sin embargo, el informe también subraya la necesidad de superar barreras como la inversión y el talento necesarios para adoptar esta tecnología. El 42% de los directivos encuestados está convencido de que la IA generativa tendrá un impacto directo en su estrategia empresarial en el corto plazo.
Las grandes corporaciones lideran el uso de la Inteligencia Artificial Generativa, especialmente en áreas como la atención al cliente, la personalización de productos y servicios y la optimización de procesos internos. Las pequeñas y medianas empresas españolas, en cambio, muestran una menor adopción debido a la falta de madurez tecnológica y la escasez de recursos. Así, la falta de presupuesto, de talento o capacidad tecnológica, son los factores que frenan la implementación de la inteligencia artificial generativa, no siendo un factor determinante la resistencia al cambio. Esta disparidad es un reto que España deberá superar para garantizar una transición digital inclusiva en todos los sectores.
Sectores más rezagados
Los sectores agroalimentarios, servicios, construcción y energía, pese a su peso en el empleo y el PIB en España se sitúan a la zaga en la adopción de la inteligencia artificial generativa. Estos sectores enfrentan desafíos estructurales que dificultan la integración de la tecnología, tales como una menor disponibilidad de talento especializado y recursos tecnológicos. Con una contribución estimada en cerca del 84% del PIB y el empleo total en España, los sectores más rezagados representan una porción significativa del tejido productivo nacional. Su adaptación a la inteligencia artificial generativa es crucial para mantener la competitividad en el mercado global.
Los directivos de estos sectores consideran que, sin el apoyo de proveedores tecnológicos y alianzas estratégicas, la adopción de la Gen AI será difícil de implementar. Los datos del barómetro revelan que un 68,6% de las empresas encuestadas necesitará apoyo externo para desarrollar sus iniciativas, ya que carecen de los recursos tecnológicos y de talento necesarios.
Privacidad, ética y control sobre los datos
El 54% de los altos directivos teme perder el control en la toma de decisiones estratégicas como resultado de la autonomía de la inteligencia artificial generativa. La preocupación es especialmente aguda en grandes empresas. Estas se enfrentan a la gestión de grandes volúmenes de datos y a la responsabilidad de proteger la privacidad y la seguridad de la información. Además, la inquietud por una pérdida de control va acompañada del temor a que la IA generativa comprometa la autonomía humana en decisiones empresariales clave. Esto subraya la necesidad de una implementación ética y controlada.