Los centros de datos operan cerca de su capacidad. Con calor extremo, crecen los fallos, cae la eficiencia y aumenta el riesgo para servicios críticos. Olas de calor y equipos al límite son ya una realidad. Según FNT Software, la clave es anticipar. El fabricante alemán propone plataformas DCIM para vigilar la infraestructura minuto a minuto, detectar anomalías y responder con rapidez ante picos térmicos. El enfoque es preventivo, no reactivo.
En Europa y Norteamérica se han registrado más incidentes térmicos. Hay racks al límite, ventilación insuficiente y sobrecargas de equipos. Muchas organizaciones siguen en modo reactivo y llegan tarde a la alarma. Con DCIM, la operación se vuelve medible y adaptativa. Se identifican zonas calientes, se redistribuyen cargas y se coordinan respuestas desde una plataforma central. El objetivo: reducir riesgos y mantener el servicio.
Datos para decidir y continuidad del servicio
El enfoque integra datos térmicos, energéticos y operativos en un mismo tablero. Permite ver el consumo por rack, seguir patrones históricos y anticipar picos. La detección temprana evita que un punto caliente derive en fallo. La supervisión de temperatura de entrada mejora la precisión frente a sensores ambientales. También se audita la refrigeración, con alertas sobre ineficiencias y visibilidad del flujo de aire. Todo queda en una sala de control operativa.
“El calor ya es un factor estructural que afecta a la resiliencia digital; las decisiones deben basarse en datos”, señalan desde FNT Software. Con información en tiempo real, la respuesta es ágil y el impacto disminuye. Además, la estrategia contribuye a sostenibilidad y eficiencia energética. Reduce consumo innecesario, optimiza recursos y ayuda a cumplir objetivos ESG sin perder continuidad operativa. La noticia está aquí: el calor obliga a gestionar por datos la infraestructura digital.