Discovery, un superordenador de exaescala de próxima generación, y Lux, un clúster de inteligencia artificial, serán las dos nuevas infraestructuras tecnológicas que Hewlett Packard Enterprise (HPE). Se construirán para el Laboratorio Nacional de Oak Ridge (ORNL) en Estados Unidos. Ambos proyectos forman parte de la estrategia del Departamento de Energía estadounidense para reforzar su liderazgo en supercomputación e inteligencia artificial (IA) aplicadas a la ciencia, la energía y la seguridad nacional.
Un salto en capacidad científica
El sistema Discovery será el sucesor de Frontier, el primer superordenador en superar la barrera de la exaescala. Se basará en la nueva plataforma HPE Cray Supercomputing GX5000 e integrará los sistemas de almacenamiento HPE Cray K3000, desarrollados sobre el software de código abierto DAOS. Esta combinación permitirá aumentar hasta diez veces la productividad en determinadas aplicaciones científicas.
Discovery tendrá un papel central en áreas como la medicina de precisión, la investigación oncológica, la energía nuclear y el sector aeroespacial. El nuevo superordenador también servirá como banco de pruebas para computación cuántica, reforzando el carácter estratégico del ORNL como centro de referencia en innovación.
Entre sus características técnicas destacan el uso de procesadores AMD EPYC Venice, GPU AMD Instinct MI430X y refrigeración líquida directa. Además, la interconexión HPE Slingshot permitirá trabajar con un ancho de banda mayor y menor latencia, optimizando las aplicaciones de HPC y machine learning.
Lux: infraestructura soberana de IA
El segundo proyecto, denominado Lux, estará dedicado exclusivamente a inteligencia artificial. Se construirá sobre servidores HPE ProLiant Compute XD685 con refrigeración líquida e incorporará GPU AMD Instinct MI355X, CPU AMD EPYC y redes AMD Pensando. El sistema proporcionará a los investigadores de todo el país un acceso tipo nube a una infraestructura de IA flexible y segura.
Lux ofrecerá capacidades de entrenamiento e inferencia, con un diseño multi-tenancy que permitirá ampliar el acceso a los recursos de IA de forma compartida entre diferentes grupos de investigación. Esta infraestructura se alinea con la misión del Departamento de Energía de garantizar que la investigación en inteligencia artificial se realice en un entorno soberano y controlado.
Impacto estratégico y colaboración público-privada
Para HPE, estos proyectos consolidan una trayectoria de colaboración con el ORNL y con AMD. Frontier, construido en 2022, marcó el inicio de la era exaescala. Ahora, Discovery y Lux buscan llevar esa capacidad a un nivel superior, integrando IA, HPC y computación cuántica en un mismo ecosistema.
“Discovery sentará las bases de un nuevo nivel de capacidades convergentes en supercomputación”, señaló Bronson Messer, director científico del Oak Ridge Leadership Computing Facility. Según HPE, el nuevo sistema permitirá que la infraestructura de próxima generación utilice un 25% menos de espacio en los centros de datos por rack. Además, triplicará el rendimiento de entrada/salida por segundo en comparación con la generación anterior.
El CEO de HPE, Antonio Neri, destacó que la construcción de estos sistemas refuerza el liderazgo tecnológico de Estados Unidos en un momento clave para la seguridad nacional y la investigación científica. Por su parte, Lisa Su, presidenta y CEO de AMD, subrayó que la colaboración con HPE y el ORNL busca “acelerar la innovación y fortalecer el liderazgo en ciencia y tecnología”.
Perspectivas de futuro
Con Discovery y Lux, el Departamento de Energía amplía la infraestructura tecnológica disponible para la comunidad científica y se prepara para afrontar los desafíos de la próxima década. La combinación de supercomputación de exaescala e inteligencia artificial avanzada abre la puerta a descubrimientos en campos estratégicos y a un cambio de paradigma en la productividad de la investigación.






