Cloudscaler, especialista en plataformas en la nube seguras y a escala empresarial, ha compartido sus diez principales predicciones en torno a la nube a lo largo de este 2023. Con un enfoque en el control de costes y menos cambios tecnológicos, Cloudscaler espera que este año sea muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, tanto para los proveedores como para los consumidores de la nube.
1. Caos en la nube
Pocas empresas han implementado bien la nube y es poco probable que esto cambie en 2023. La mayoría ha creado múltiples plataformas en la nube (a menudo competidoras) sin imponer opciones y estándares de tecnología multiplataforma. Esto ha expuesto un riesgo significativo y ha dado lugar a un gasto mayor del necesario. El resultado es el caos de la nube, un modelo operativo poco claro, la dispersión tecnológica y la duplicación de esfuerzos, ya que los equipos de la nube luchan por resolver los mismos problemas con diferentes soluciones.
2. Escrutinio de los costes
La crisis del coste de la vida y la recesión económica obligan a las organizaciones a examinar con lupa sus presupuestos y gastos, y muchas consideran que sus costes de la nube están fuera de control. Aumentará el uso de técnicas de optimización de costes en la nube, que pueden reducir el gasto interanual en más de un 40%. También habrá un mayor escrutinio de las solicitudes de gasto adicional del cloud. Es probable que el ritmo de transformación se vea afectado, ya que el presupuesto no se liberará sin un argumento empresarial sólido y un ROI demostrable.
3. Amortización de la deuda tecnológica
Quienes iniciaron su andadura en la nube hace entre 5 y 10 años, pero no han invertido en el mantenimiento y la modernización continuos, sufrirán las consecuencias de una plataforma en la nube obsoleta y unos elevados niveles de deuda técnica. Estarán expuestos a un mayor riesgo, verán reducirse la velocidad de entrega y aumentarán los costes de ejecución. Estas organizaciones tendrán que desviar recursos para actualizar y realizar el mantenimiento básico de su infraestructura en la nube, en lugar de centrarse en la entrega de nuevas funciones.
4. La sostenibilidad en el punto de mira
La sostenibilidad y las energías renovables seguirán siendo un punto clave en 2023. Muchos consumidores de servicios en la nube tendrán que adoptar buenas prácticas, como apagar los entornos durante la noche y los fines de semana, para lograr avances tangibles en sus compromisos de sostenibilidad. Esperarán que sus proveedores de servicios en la nube no sólo avancen en los cambios para mejorar aún más la sostenibilidad, sino que también proporcionen información sobre cómo la nube está ayudando a reducir su huella de carbono.
5. Un mercado más duro para los hiperescalares
Las condiciones del mercado llevarán a los hiperescalares de la nube a revisar los costes internos y a centrarse en el crecimiento de los clientes,protegiendo al mismo tiempo su cuota de mercado. Tendrán que trabajar duro para ayudar a sus clientes a integrar la nube como infraestructura de facto para garantizar que los índices de adopción no desciendan.
6. La cultura de la nube es una prioridad
Las grandes organizaciones han llevado a cabo reducciones de plantilla ampliamente publicitadas, sobre todo en los sectores tecnológico y financiero. Esto ha provocado un aumento del número de especialistas en la nube que buscan trabajo y una estabilización de los salarios. Muchos ingenieros cambiaron de trabajo al reducirse las restricciones de Covid, y los que no estén satisfechos empezarán a buscar otro empleo. Las empresas tendrán que trabajar tanto para retener como para contratar: la cultura será tan importante como el salario. La mayoría de los ingenieros cloud quieren formar parte de una organización dinámica que se tome en serio la transformación de la nube. Los hiperescalares que hayan reducido su plantilla y congelado la contratación tendrán que recurrir a sus partners para satisfacer la demanda.
7. La experiencia práctica es un requisito previo para progresar
Los programas internos de formación sobre la nube pueden ayudar a los ingenieros a alcanzar un nivel básico de competencia en el cloud, pero no hay sustituto para el aprendizaje práctico. Los ingenieros adquieren conocimientos técnicos, pero siguen aplicando lo que ahora se consideran prácticas de la vieja escuela que no permiten a las organizaciones aprovechar las verdaderas ventajas de la nube. Sólo quienes tengan experiencia práctica podrán impulsar las mejoras en gobernanza y procesos necesarias para que la nube aporte un valor real.
8. Frustración de los directivos
Existe una creciente frustración entre los directivos, que se enfrentan a un aluvión de solicitudes de gasto relacionadas con la nube, pero sin una estrategia clara y con escasos avances demostrables; en todo caso, el ritmo de entrega es más lento. En muchas organizaciones se producirá un cambio de enfoque en cuanto a la adopción de la nube, ya que se tomarán un tiempo para dar un paso atrás y reflexionar sobre los progresos realizados hasta la fecha. Los equipos dedicados al cloud tendrán que cambiar su forma de trabajar para garantizar que aportan beneficios empresariales tangibles.
9. Mayor regulación
Trasladar aplicaciones a la nube de forma incontrolada ha introducido riesgos significativos para las organizaciones. La reducción del riesgo de ciberataques y pérdida de datos hará que aumente la presión por una mayor regulación. Esto por sí solo no resolverá el problema. Las empresas necesitan un marco sólido de control que mitigue los riesgos y obligue a los equipos de entrega a aplicar controles y normas comunes.
10. Menos avances tecnológicos
A medida que la evolución de la nube se ralentiza, es menos probable que veamos nuevos avances importantes en la tecnología de la nube. Por lo tanto, las organizaciones estarán menos distraídas con la necesidad de adoptar nuevos servicios de proveedores de nube, lo que ofrece la oportunidad de centrarse en garantizar que la nube ofrezca ROI, así como en eliminar la deuda técnica.
