El sector financiero y asegurador vive un proceso de transformación digital marcado por la entrada de la inteligencia artificial. Esta tecnología se ha convertido en una herramienta clave para mejorar la productividad, reforzar la seguridad, personalizar servicios y optimizar la gestión interna. Su implantación ya no solo afecta a la operativa diaria, sino que también modifica la organización de las empresas y el papel de sus equipos.
Hasta ahora, el sector financiero se había apoyado en perfiles especializados en asesoramiento y gestión. Ese modelo sigue siendo necesario, pero cada vez más compañías demandan expertos en ciberseguridad, big data e inteligencia artificial. Estos profesionales son los encargados de diseñar soluciones que respondan a un entorno de cambios rápidos y constantes. La incorporación de estos perfiles tecnológicos se está convirtiendo en un requisito para mantener la competitividad.
Más autonomía y menos supervisión
Las compañías que aplican sistemas de inteligencia artificial buscan que sus equipos sean más autónomos. La IA permite resolver problemas sin la intervención de un gerente, además de automatizar tareas repetitivas. Esto libera tiempo para centrarse en actividades de mayor valor. La tendencia reduce progresivamente la necesidad de puestos intermedios. Un estudio citado en el documento indica que la proporción de empleados por gerente se ha duplicado desde 2019, lo que supone una transformación significativa en la estructura de mando.
Desafíos para los líderes
Los responsables de las organizaciones también afrontan un nuevo escenario. La inteligencia artificial es capaz de generar hipótesis de mercado, estrategias e ideas en cuestión de segundos, lo que obliga a replantear la manera de dirigir equipos. Los líderes no solo deben mantener una visión estratégica, sino también incorporar competencias digitales para aprovechar el potencial de esta tecnología. Los puestos de alta responsabilidad estarán cada vez más vinculados a perfiles capaces de integrar inteligencia artificial en la toma de decisiones.
Enrique Galván, director general de Qaracter, señala que el impacto de la inteligencia artificial irá más allá de la innovación tecnológica. El reto principal será gestionar los cambios en los equipos y hacerlo de forma responsable, para que la transformación digital se traduzca en beneficios reales para las compañías.