IBM ha dado a conocer Quantum Nighthawk, un procesador diseñado para ejecutar circuitos con mayor complejidad y avanzar hacia tareas que superen los métodos clásicos. Este chip incorpora 120 qubits conectados mediante 218 acopladores sintonizables, una red que incrementa su capacidad operativa respecto a la generación anterior. Su arquitectura busca soportar hasta 5.000 puertas de dos qubits, un volumen necesario para abordar problemas más exigentes.
La compañía prevé ampliar esa capacidad en los próximos años. Para 2026 se espera que los sistemas basados en Nighthawk soporten 7.500 puertas, una cifra que subiría a 10.000 en 2027. El objetivo es que, para 2028, estos procesadores superen las 15.000 puertas mediante redes de largo alcance con 1.000 qubits o más. IBM sostiene que esta evolución permitirá confirmar los primeros casos de ventaja cuántica verificada hacia finales de 2026.
En paralelo, IBM y varios centros de investigación han aportado resultados a un rastreador comunitario de ventaja cuántica, un proyecto para comparar métodos cuánticos y simulaciones clásicas. La iniciativa reúne experimentos sobre estimación de observables, modelos variacionales y problemas verificables de forma clásica. El rastreador pretende crear un estándar abierto que facilite la validación científica.
Qiskit incorpora nuevas capacidades de control
El software también forma parte de esta estrategia. IBM ha ampliado las funciones de Qiskit, su stack cuántico, con mecanismos que permiten mejorar el control sobre la ejecución de circuitos. La compañía indica que el uso de circuitos dinámicos ofrece un incremento del 24% en precisión en sistemas con más de cien qubits.
La actualización incluye una C-API que permite integrar cálculos cuánticos en entornos de computación de alto rendimiento (HPC). Este enfoque acelera la mitigación de errores, con reducciones superiores a cien veces en el coste computacional de obtener resultados precisos. Además, IBM planea añadir bibliotecas dedicadas a aprendizaje automático, optimización y simulación física, con el fin de ampliar el alcance científico de Qiskit a partir de 2027.
Estas mejoras buscan facilitar que los desarrolladores combinen recursos cuánticos y clásicos, un paso imprescindible para ejecutar algoritmos avanzados y verificar su comportamiento en hardware real.
Pasos hacia la tolerancia a fallos
IBM también ha mostrado avances en la construcción de un ordenador cuántico tolerante a fallos. El nuevo procesador experimental Quantum Loon reúne los componentes necesarios para escalar la corrección de errores cuánticos. Entre ellos destacan los c-couplers, estructuras que permiten enlazar qubits situados a mayor distancia dentro del mismo chip y que habilitan diseños más complejos.
La compañía ha demostrado además la decodificación de errores en tiempo real usando códigos qLDPC, con procesos ejecutados en menos de 480 nanosegundos. Este resultado llega un año antes de lo previsto y constituye uno de los pilares para ampliar estos códigos a sistemas superconductores de alta fidelidad.
Fabricación en obleas de 300 mm para acelerar el desarrollo
Otro aspecto clave es la fabricación. IBM ha trasladado la producción principal de sus procesadores cuánticos a una instalación de obleas de 300 mm en el Albany NanoTech Complex, en Nueva York. La disponibilidad de herramientas de semiconductores de última generación permite duplicar la velocidad de desarrollo, reducir los tiempos de fabricación y explorar múltiples diseños en paralelo.
Según la compañía, este proceso industrial multiplica por diez la complejidad física de los chips, lo que abre la puerta a qubits más densos, mejor conectados y con mayor rendimiento. El avance en fabricación se convierte así en un elemento central de la hoja de ruta hacia la corrección de errores.






