La investigación de YouGov se publica en un contexto de conflictos regionales y decisiones políticas globales que generan incertidumbre. Este escenario impulsa a las pymes a reforzar sus estrategias de seguridad y a buscar mayor resiliencia operativa.
La encuesta, realizada en junio de 2025, consultó a responsables de tecnología de pymes en España, Alemania, Francia y Reino Unido. El estudio define la soberanía digital como la capacidad de gestionar, proteger y ubicar los datos bajo jurisdicción europea, marcando un nuevo estándar para los servicios cloud.
Independencia tecnológica y cumplimiento normativo
El acceso, la modificación y la decisión sobre los propios datos es valorado por el 87% de las pymes españolas. Ese mismo porcentaje refleja la preocupación por la protección de datos personales y secretos comerciales frente a legislaciones extraterritoriales. Estas cifras subrayan la demanda de autonomía operativa y de un resguardo legal efectivo.
La encuesta indica que el 81% de las pymes en España exige soluciones tecnológicas que funcionen de forma autónoma, sin depender de decisiones políticas externas a Europa. Además, el 86% valora el cumplimiento de normas y estándares como condición para contratar servicios digitales. Alemania alcanza el 84%, Francia el 76% y Reino Unido el 63%, lo que revela diferencias regionales en la percepción de riesgo político.
Infraestructura segura
El informe destaca que el 88% de las pymes otorga gran importancia a contar con una infraestructura segura y una conexión estable para mantener la continuidad operativa. Asimismo, el 81% valora que los proveedores dispongan de componentes de hardware independientes, evitando dependencias que puedan afectar la autonomía del servicio.
Según el estudio, la creciente exigencia de soberanía digital refleja el impacto directo de la inestabilidad geopolítica en las decisiones tecnológicas de las pymes. Esta tendencia sugiere que los proveedores con centros de datos en Europa y bajo el marco regulatorio europeo ganan relevancia. Expertos coinciden en que este enfoque podría impulsar el desarrollo de soluciones locales y fortalecer la competitividad del tejido empresarial español. La adaptabilidad de los proveedores se vuelve clave para acompañar a las pymes en este proceso de transición.