La saturación de ocho de cada diez nudos de la red de distribución eléctrica, o lo que es lo mismo, un 83,4% es consecuencia de un crecimiento de la demanda, intenso por la aparición de nuevos agentes como los centros de datos, y concentrado en determinados puntos, sin que haya existido un refuerzo de la capacidad de la red. Así lo ha denunciado la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (AELEC), advirtiendo que está en riesgo la transición energética y la marcha económica del país.
Estos mapas recogen, conforme a las indicaciones de la CNMC y bajo un formato estándar, información de cada nudo de la red con tensión superior a 1 kV: identificación técnica y geográfica, capacidad disponible, ocupada o en trámite, así como nudos sin capacidad actual, pero con posibilidad de refuerzo. Los primeros resultados recopilados por la AELEC muestran que esta saturación refleja el incremento de solicitudes de acceso y conexión de demanda derivado del desarrollo y aparición de nuevos agentes, junto con la regulación de la red de distribución que ha seguido en los últimos años un ritmo inversor y unos criterios distintos a los que exigía al crecimiento de la demanda, mucho más intenso y concentrada en determinados puntos.
¿Cómo solventar la situación?
La asociación piensa que, para responder a este desafío es imprescindible reforzar y digitalizar la red de distribución, incrementando su capacidad para integrar la nueva demanda eléctrica. Para ello es esencial, tener un esquema regulatorio y modelo retributivo que permita la realización de las inversiones. Así, se requiere, por un lado, un modelo retributivo coherente y estable que asegure la recuperación de las inversiones y, por otro, una retribución financiera adecuada que permita el pago de los capitales (recursos propios y ajenos) y atraiga la inversión necesaria, incentivando las inversiones que sirvan para incrementar la capacidad.
Sin embargo, advierten, las propuestas regulatorias que la CNMC presentó a finales de julio no van, precisamente, en esta dirección. Y es que el regulador abrió a consulta pública los parámetros técnicos y económicos para los próximos seis años, con un nuevo cálculo del valor de inversión, cambios en las retribuciones financieras, un nuevo incentivo de calidad e incentivos negativos en caso de incumplimiento. Además, puso sobre la mesa una tasa de retribución financiera para las redes de energía eléctrica del 6,64%, lo que eleva en casi un punto el 5,58% del periodo anterior.
Al mismo tiempo, desde AELEC consideran que es fundamental contar con una planificación ágil, mecanismos rápidos que permitan reforzar la red allí donde la demanda lo requiera, evitando cuellos de botella que frenen la transición energética y procedimientos para liberar capacidad. Sin estas condiciones, no será posible conectar a la industria, la vivienda, el almacenamiento o la movilidad eléctrica, desaprovechando el potencial de las energías renovables y limitando el crecimiento económico y la competitividad que la electrificación puede aportar a España.