El desarrollo de las tecnologías cuánticas se ha acelerado de forma notable en la última década. El número de patentes internacionales vinculadas a este ámbito se ha multiplicado por cinco desde 2014, según un estudio publicado este martes por la Oficina Europea de Patentes (OEP) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El informe confirma el dinamismo del sector, pero advierte de que la adopción comercial sigue siendo limitada y que persisten obstáculos para escalar los avances científicos hacia aplicaciones reales.
El análisis se ha presentado en Madrid el 17 de diciembre de 2025, en un contexto en el que Naciones Unidas celebra el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas. El documento examina la evolución global del ecosistema cuántico a partir de la actividad en patentes, la inversión, la formación de talento y las políticas públicas, y sitúa el mercado mundial potencial de estas tecnologías en torno a 93.000 millones de euros en 2035.
Un crecimiento desigual entre investigación y mercado
El informe identifica tres grandes áreas de desarrollo: comunicación cuántica, computación cuántica, que incluye la simulación, y sensórica cuántica. Hasta 2022, la comunicación cuántica concentró el mayor volumen de patentes, aunque la computación cuántica es el segmento que más ha crecido a largo plazo, con un aumento de unas 60 veces desde 2005. Los autores señalan que este campo apunta a convertirse en el dominante dentro del ecosistema cuántico.
Entre 2005 y 2024 se registraron en todo el mundo cerca de 9.740 familias internacionales de patentes relacionadas con tecnologías cuánticas. Estados Unidos lidera la clasificación, seguido de Europa, Japón, China y Corea del Sur. Dentro del continente europeo, Alemania, Reino Unido y Francia encabezan el número de solicitudes.
Pese a este crecimiento, el estudio subraya que la mayoría de las empresas siguen dependiendo de financiación pública o de inversión inicial. De las más de 4.500 compañías que operan en este ámbito, menos de 1.000 tienen la cuántica como actividad principal. Las grandes empresas tecnológicas, aunque no están centradas exclusivamente en este campo, concentran la mayor parte de las patentes y cuentan con más capacidad para llevar estas tecnologías al mercado.
España impulsa su primera estrategia cuántica
España ha dado pasos recientes para reforzar su posición en este sector. Entre 2005 y 2024, el país registró 67 familias internacionales de patentes en tecnologías cuánticas y cuenta con 36 empresas vinculadas a este ámbito, de las cuales 21 se dedican exclusivamente a actividades cuánticas. Según el informe, estas compañías representan el 2,7% del total de empresas cuánticas puras a nivel mundial y concentran el 0,9% de la financiación.
En abril de este año, el Gobierno aprobó la primera Estrategia Española de Tecnologías Cuánticas, con un presupuesto estimado de 808 millones de euros, procedentes en su mayor parte de fondos europeos y del Plan de Recuperación. El Ejecutivo calcula que la movilización conjunta de recursos públicos y privados podría alcanzar los 1.500 millones de euros.
Como parte de esta estrategia, el Consejo de Ministros dio luz verde a la creación del Centro de Comunicaciones Cuánticas, que busca coordinar a los principales actores públicos del país en este ámbito. El proyecto prevé inversiones en centros de investigación como el Instituto de Ciencias Fotónicas de Cataluña, la Universidad Politécnica de Madrid, el Donostia International Physics Centre y el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Europa, fuerte en startups y débil en escalado
El informe destaca que Europa alberga una de las mayores concentraciones de empresas dedicadas exclusivamente a la cuántica, con porcentajes cercanos al 40% en países como Reino Unido, Países Bajos y Francia. Sin embargo, el continente sigue rezagado en financiación y en capacidad para escalar proyectos, en comparación con Estados Unidos, donde la presencia de grandes grupos tecnológicos facilita la comercialización.
Los autores concluyen que el futuro del sector dependerá de una mayor colaboración entre centros públicos de investigación, startups y empresas consolidadas, así como de la disponibilidad de personal cualificado y de cadenas de suministro estables. Mientras tanto, el desarrollo científico avanza a mayor ritmo que su aplicación comercial, manteniendo a la tecnología cuántica en una fase todavía incipiente fuera de los laboratorios.






