El informe registra un aumento del 61% en el número de estudiantes matriculados en informática entre 2016 y 2024. En el curso 2023-2024, 78.397 jóvenes cursaban carreras relacionadas con tecnologías de la información. Esta subida coincide con la oferta de 418 titulaciones, un 46% más que hace ocho años.
La retribución media en perfiles TIC supera en un 49,1% la del resto de sectores y la afiliación a la Seguridad Social alcanza el 79% al año de graduarse. Estas cifras destacan la atractividad laboral de la informática y el potencial de crecimiento de la fuerza digital.
La evolución de las matrículas refleja un cambio de interés en las nuevas generaciones. La implicación de los docentes en la formación de competencias técnicas y conductuales se señala como clave para adaptar la oferta universitaria. Antonio Rueda, director de Fundación VASS, subraya que la colaboración entre academia y empresas es esencial para ajustar la enseñanza al ritmo de transformación tecnológica.
Desalineación entre formación y mercado
A pesar del aumento de jóvenes formados, existe un desajuste entre las competencias adquiridas y las demandas del mercado. En 2023, el 13,4% de las empresas españolas intentó contratar especialistas TIC, mientras que Francia alcanzó el 9,7% y Alemania el 11%. Las vacantes, centradas en áreas como inteligencia artificial, desarrollo de software y ciberseguridad, requieren perfiles con conocimientos actualizados y experiencia práctica.
Las universidades han incrementado sus programas de talento digital, pero el ritmo de actualización de los planes de estudio no siempre responde a las tecnologías emergentes. El informe sugiere reforzar la incorporación de casos reales, proyectos conjuntos y formación continua. Solo así se podrá reducir la brecha entre la teoría académica y la práctica profesional, y garantizar que los egresados cubran las necesidades específicas del sector digital.
Habilidades blandas y talento digital
Además de la formación técnica, el estudio pone el foco en las habilidades blandas. Adaptabilidad, pensamiento crítico y responsabilidad ética figuran como competencias esenciales para integrarse en entornos de trabajo cambiantes. Las empresas valoran cada vez más la capacidad de los profesionales para innovar, trabajar en equipo y resolver problemas de forma creativa.
Para cerrar la brecha de talento, la colaboración estrecha entre universidades y empresas resulta determinante. La jornada organizada por Fundación VASS y VASS University el próximo 17 de junio abordará este reto compartido. Participarán expertos de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad San Pablo CEU, la FUAM y el ministerio de Transformación Digital. El objetivo es definir acciones conjuntas, como programas de prácticas, mentorías y actualización curricular, que alineen la oferta educativa con la demanda laboral.
La integración de la inteligencia artificial en los planes de estudio completa el enfoque. Aulas y laboratorios ya incorporan la IA generativa, no solo como herramienta técnica, sino como ejercicio de análisis ético. Según el informe, los futuros profesionales deben comprender las implicaciones sociales de estas tecnologías y estar preparados para aplicar soluciones basadas en datos de forma responsable.
El estudio de empleabilidad y talento digital 2024 subraya que, aunque España lidera la contratación de talento digital en Europa, el desafío de alinear formación y mercado persiste. La clave está en potenciar la adaptación de los programas académicos, reforzar las competencias blandas y promover una alianza real entre el sector educativo y el empresarial. Solo así se garantizará que las nuevas generaciones de profesionales digitales respondan con eficacia a las necesidades del mercado.
