OPINIÓN

IA agencial: el nuevo compañero de trabajo digital



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Ahora es el momento para que las organizaciones reflexionen sobre las implicaciones culturales de la integración de una fuerza laboral digital, específicamente, cómo los agentes de IA se alinean con sus valores organizacionales, la experiencia de los empleados y el enfoque general de la colaboración y la gestión de personas

Publicado el 12 dic 2025



Athira Jayakumar, Enterprise Analyst de ManageEngine
Athira Jayakumar, Enterprise Analyst de ManageEngine

La IA agencial está redefiniendo la forma en que trabajamos, transformando roles en todos los ámbitos, desde los CIO hasta los empleados cotidianos. Ya sea para encontrar formas de reducir costes u optimizar los flujos de trabajo, la IA se ha convertido en el centro de las conversaciones estratégicas. Si bien la IA ha estado presente en el lugar de trabajo durante algún tiempo, ahora nos enfrentamos a una frontera completamente nueva: la IA agencial.

A diferencia de la IA tradicional o incluso de los LLM (sistemas de inteligencia artificial entrenados con enormes cantidades de texto para entender y generar lenguaje humano) , la IA agencial va un paso más allá. No solo responde, también investiga, razona y toma decisiones autónomas, imitando el juicio humano.

Mientras que los modelos de IA generativa pueden producir texto, imágenes o código, los sistemas de IA agencial van un paso más allá al interactuar con herramientas y sistemas externos, utilizando ese contenido generado para llevar a cabo tareas complejas de forma autónoma. Esta evolución marca un gran salto en el trabajo cotidiano.

Los co-workers digitales están aquí

Una encuesta de Ernst & Young señala que «el 48 % de los ejecutivos de tecnología ya están adoptando o implementando completamente la IA agencial«. Estos agentes especializados pueden generar informes críticos, analizar datos masivos, detectar anomalías, optimizar el rendimiento operativo o gestionar facturación y atención al cliente sin intervención humana.

A principios de este año,  el CEO de NVIDIA, Jensen Huang,  predijo que los departamentos de TI pronto asumirán un nuevo rol: el de administrar agentes de IA. Lo describió como «el departamento de recursos humanos de IA, responsable de incorporar y supervisar a estos empleados digitales, al igual que RRHH gestiona a las personas”. Para fines de 2025, Huang espera que casi el 30 % de las organizaciones tengan empleados digitales impulsados por IA que hagan contribuciones significativas a los resultados comerciales.

Algunas empresas ya han empezado a delegar tareas en estos agentes, sobre todo en procesos bien definidos como soporte técnico, seguridad, automatización de software o segmentación de clientes. En este modelo, los humanos supervisan y guían a los agentes para garantizar precisión y eficiencia, mientras estos asumen la carga operativa.

Trabajar con agentes de IA

A medida que la IA se integra profundamente en el espacio de trabajo digital, las estructuras organizativas pueden empezar a incluir empleados digitales que trabajen junto a sus contrapartes humanas. Este cambio señala un futuro en el que la colaboración entre humanos e IA se convierte en la norma, lo que permite el trabajo en equipo en todos los niveles de una organización.

Los beneficios de esta colaboración son muchos, entre los que se encuentran el aumento de la productividad, recomendaciones contextuales para la toma de decisiones estratégicas, monitoreo continuo de operaciones en tiempo real, costos operativos reducidos, optimización de procesos y mayor eficiencia general. Con la IA actuando como copiloto, los trabajadores humanos podrán concentrarse en elementos de trabajo más estratégicos y creativos.

Pero, por otro lado, una consideración clave que deben revisar las organizaciones que adoptan una fuerza laboral digital, donde colaboran los humanos y la IA agencial, es la preocupación por los riesgos de privacidad y seguridad que surgen de esta integración.

Los agentes de IA a menudo están integrados en herramientas, aplicaciones y plataformas de automatización, lo que dificulta su monitoreo o seguimiento. Como resultado, los empleados pueden compartir sin saberlo información sensible o confidencial con agentes de IA, otorgando inadvertidamente a los sistemas agenticos acceso a datos confidenciales. Esto puede conducir a una exposición involuntaria de la propiedad intelectual a través de modelos de IA de terceros y decisiones impulsadas por IA no supervisadas que pueden comprometer la seguridad, el cumplimiento o los estándares regulatorios. Las organizaciones deberán asegurarse de adoptar prácticas de IA responsables e implementar marcos de gobernanza estrictos.

Diseño del trabajo de próxima generación

Gartner predice que para 2028, «el 33 % de las aplicaciones de software empresarial incluirán IA agencial«. Esto significa que las organizaciones deben estar preparadas, ya que tendrán que construir un entorno adecuado donde la IA y la fuerza laboral humana puedan coexistir. Esto implica reestructurar roles, redefinir tareas, capacitar a los empleados para interactuar con la IA y diseñar sistemas de colaboración centrados en el ser humano, donde la IA actúe como un socio confiable y transparente.

Además, Capgemini prevé que los proyectos de IA agencial crecerán un 48% para finales de 2025 y que, para los próximos tres años, los agentes podrían generar hasta 450.000 millones de dólares en valor económico.

Ahora es el momento para que las organizaciones reflexionen sobre las implicaciones culturales de la integración de una fuerza laboral digital, específicamente, cómo los agentes de IA se alinean con sus valores organizacionales, la experiencia de los empleados y el enfoque general de la colaboración y la gestión de personas.

Esta transformación va más allá de la tecnología, se trata de garantizar que los agentes digitales complementen y refuercen la cultura del lugar de trabajo en lugar de interrumpirla.

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