La llegada de la Inteligencia Artificial ha revolucionado la industria a todos los niveles. Tanto para uso cotidiano como para el ámbito profesional, esta herramienta ha transformado todos los sectores productivos. Según el Informe sobre el Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial, el uso de la IA podría aumentar la productividad, generando el equivalente a 3,24 millones de nuevos empleos (un 16% del total) para 2033.
Sin embargo, a pesar de este auge, la mitad de las vacantes en IA se quedan sin cubrir y solo un 30% de las empresas ofrece formación específica en esta tecnología. Esto, en un contexto en el que el 80% de las compañías reconoce que utilizar estas herramientas podría mejorar su comprensión y capacitación en inteligencia artificial, deja en evidencia la necesidad de formar profesionales en esta área.
Sistemas más autónomos y razonamiento humano
De hecho, en los próximos años se espera que los requerimientos de expertos en IA aumenten. Fernando Benito Hernández, profesor del Máster en Inteligencia Artificial de Tokio School, admite: “La IA avanzará hacia sistemas más autónomos, multimodales y adaptativos. Su impacto será mayor al que ha podido tener con el lanzamiento de los asistentes y se luchará por llegar a una IA general (AGI), una IA que de verdad sepa razonar como un ser humano.”
Y es que, los mismos profesionales admiten que usarían más este tipo de herramientas si tuvieran mayor conocimiento y formación sobre las mismas, convirtiendo esta especialización en una necesidad.
Salud, finanzas o automoción serán algunos de los sectores más impactados
Además de lo evidente, el uso de esta nueva tecnología será aplicable a muchos sectores, más allá del desarrollo tecnológico. Sectores como el biosanitario, las finanzas y la banca, la automoción y transporte o las manufacturas y producción (entre otros), necesitarán de estos trabajadores para continuar con su proyección y especialización.
En cuanto al futuro de las salidas laborales en las que se aplica esta tecnología, se tiende hacia una mayor automatización de tareas administrativas y rutinarias, especialmente en áreas como recursos humanos, permitiendo que el personal se concentre en funciones más estratégicas y creativas. También se busca hacer la IA más accesible mediante modelos comprensibles para personas sin formación técnica, fomentando su uso cotidiano. Además, el avance de la esta tecnología ha impulsado debates sobre su regulación, ética y legislación, lo que abre nuevas oportunidades laborales también en estos campos.