La Inteligencia Artificial se ha consolidado como el gran motor de la transformación tecnológica global, al concentrar en 2024 más de 124.300 millones de dólares en inversión de capital y actuar como catalizador de innovaciones tecnológicas que abarcan desde la robótica hasta la energía sostenible. Así lo recoge el nuevo informe publicado por McKinsey Global, McKinsey Technology Trends Outlook 2025, que analiza las 13 tendencias tecnológicas capaces de redefinir los negocios a nivel mundial.
Aunque la IA ha encabezado la lista de tendencias tecnológicas de McKinsey & Company para 2025, viene acompañada de otras tendencias emergentes, como la tecnología de la energía y la sostenibilidad, que están impulsando la innovación y respondiendo a desafíos críticos en múltiples sectores.
Específicamente, las 13 tendencias clave destacadas en el informe son: IA agéntica, inteligencia artificial, semiconductores específicos para aplicaciones, conectividad avanzada, computación en la nube y edge computing, tecnologías de realidad inmersiva, confianza digital y ciberseguridad, tecnologías cuánticas, el futuro de la robótica, de la movilidad, de la bioingeniería, de las tecnologías espaciales y de las tecnologías de la energía y sostenibilidad.
El clima de inversión de capital se recupera tras la caída en 2023
En cuanto al clima de inversión de capital, el informe apunta que en 2024 se ha registrado una recuperación tras la caída el año anterior, lo que apunta al crecimiento de las tecnologías fronterizas. La inversión de capital ha aumentado en áreas como la computación en nube y edge computing, la bioingeniería y la tecnología espacial, mientras las inversiones en IA y robótica se recuperaron superando los niveles de 2022. La recuperación de las tecnologías de energía y sostenibilidad fue la más notable, mientras que el futuro de la movilidad se posiciona como una de las principales de atracción de capital de inversión en general.
La revolución de la IA autónoma
“Los rápidos avances de la IA han reforzado su enorme potencial a largo plazo. Casi 80% de las compañías ya utiliza la IA y aunque el coste de implementar modelos avanzados se ha reducido de forma significativa, la captura de valor a escala está todavía por llegar. Solo 1% de las organizaciones declara que su uso de la IA ha alcanzado plena madurez e integración en los procesos empresariales. Queda un largo camino para que la IA transforme compañías e industrias”, apunta Michael Chui, uno de los coautores del informe.
En cuanto al potencial de esta tecnología, los sistemas autónomos de IA ya no se limitan a ejecutar tareas: comienzan a aprender, adaptarse y colaborar en entornos reales. En este sentido, el informe sitúa a la IA agéntica como una de las tendencias con mayor potencial disruptivo. Con sistemas capaces de planificar y ejecutar de manera autónoma tareas complejas, la IA agéntica ya se aplica en ciberseguridad, automatización financiera y soporte empresarial. En 2024, consiguió atraer más de 1.100 millones de dólares en inversión de capital, consolidándose como la innovación de más rápido crecimiento. Con respecto a la demanda del talento, la IA agéntica es la que más aumento ha registrado con un crecimiento de 985% de los puestos de empleo publicados con respecto a esta tecnología.
Según apunta el informe, la IA agéntica se perfila como una de las transformaciones más significativas en la tecnología empresarial, aunque todavía se encuentra en una fase experimental.
Más allá de la IA: Otras tendencias y los retos para su adopción
El informe también analiza otras innovaciones clave que marcarán la próxima década. Entre ellas, la tecnología de la energía y la sostenibilidad, que, enfocada en energías renovables, electrificación y combustibles bajos en carbono, lidera la inversión global con 223.000 millones de dólares en 2024.
Entre las tendencias tecnológicas con mayor crecimiento, McKinsey & Company también menciona el auge de los semiconductores específicos para aplicaciones, cuya inversión creció un 97% entre 2023 y 2024, alcanzando un mercado global que ya supera los 600.000 millones de dólares. Aunque otras también destacan por su crecimiento cualitativo, como la realidad inmersiva; con un crecimiento del 10% en 2024, ha conseguido un impacto que trasciende el entretenimiento: sectores como la salud y la formación industrial ya la incorporan.
Si bien las cifras de inversión reflejan un mercado dinámico, el informe advierte sobre las barreras que podrían frenar la adopción de las tendencias tecnológicas. Entre ellos destacan la escasez global de semiconductores, el elevado consumo energético asociado al crecimiento de los centros de datos o la intensificación de la competencia internacional. En conjunto, estas tendencias apuntan a un futuro de acelerada innovación, pero también obligan a replantear modelos energéticos, industriales y regulatorios para garantizar su adopción.