Opinión

El dato y la tecnología geoespacial



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Mediante la analítica, la interpretación y la aplicación de datos geoespaciales, es posible optimizar recursos, realizar predicciones precisas de riesgos y monitorear los cambios en el entorno

Publicado el 10 oct 2023

Aitor Calero

gerente del área de tecnología e innovación en Esri España



Aitor Calero, gerente del área de tecnología e innovación en Esri España
Aitor Calero, gerente del área de tecnología e innovación en Esri España

En el mundo actual, donde la información fluye constantemente y en cantidades abrumadoras, los datos y la tecnología se han convertido en recursos muy valiosos para la toma de decisiones. De hecho, no es de extrañar ver cómo en los últimos años se han disparado las empresas y gobiernos que han impulsado sus estrategias de big data, ya que poseer y recopilar estas grandes cantidades de información es hoy una prioridad. Sin embargo, sin su análisis, ¿de qué nos sirven los datos?

Según los datos publicados por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), el porcentaje de compañías españolas de más de diez empleados que utilizan el big data aumentó en 2022 hasta el 13,9 %, esto son tres puntos más que el año anterior. A su vez, un estudio elaborado por Capgemini apunta que las empresas impulsadas por datos obtienen un 70% más de ingresos por empleado y un 22% más de beneficios que aquellas que no basan su toma de decisiones en el uso de los datos. Y estos resultados tan solo describen el principio de todo lo que esta tendencia será capaz de ofrecernos en el futuro.

El dato y la tecnología geoespacial

Un área donde esta sinergia entre analítica e información genera un impacto significativo y valioso es en la tecnología geoespacial. Mediante la analítica, la interpretación y la aplicación de datos geográficos, es posible optimizar recursos, realizar predicciones precisas de riesgos y monitorear los cambios en el entorno. Esto ofrece a gobiernos y corporaciones una ventaja estratégica y una herramienta poderosa para tomar decisiones fundamentadas y en tiempo real. Es innegable que la ciencia del dato (Data Science) combinada con los sistemas de información geográfica (GIS por sus siglas en inglés) están revolucionando la forma en que corporaciones y territorios gestionan su actividad. Sin GIS, los datos pierden su contexto geográfico en el que estudiarse y correlacionarse.

Importancia del dato geoespacial en la Administración Pública

En el ámbito gubernamental, las administraciones públicas son capaces de reunir y analizar todo tipo de información fiable sobre su población, recursos económicos, terreno, riesgos medioambientales y necesidades individuales para generar políticas más eficientes. Un ejemplo de ello es el Concello de Vigo y la creación de su plataforma abierta al acceso ciudadano de datos municipales basados en el análisis de su información geográfica. Mediante el sistema ArcGIS, se creó una representación a escala 3D del municipio que ha permitido generar simulaciones de reacción ante inundaciones, estudiar las zonas de sombra y focos de energía solar, así como hacer un seguimiento del tráfico en tiempo real o de la antigüedad de sus edificios, entre otras posibilidades.

Por su parte, en el terreno empresarial, el análisis de datos geoespaciales ha demostrado ser esencial para mejorar la eficiencia de los sistemas de gestión de gran tipo de empresas y de sus recursos. En el área de la logística y la distribución de bienes y servicios, por ejemplo, las empresas de transporte pueden utilizar datos de ubicación para identificar las rutas más eficientes, ahorrando tiempo y combustible.

Importancia del dato geoespacial en la industria agrícola

De igual manera, los sectores cuya actividad dependen del clima, como la industria agrícola, pueden maximizar su producción y reducir el desperdicio en función de los datos climáticos y de suelos. Un caso es la plataforma del Proyecto MOSES, para combatir la sequía. Mediante una única plataforma de análisis geográfico para 16 entidades internacionales, los miembros de 7 países – entre ellos España, a través de la Universidad de Castilla-La Mancha, Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (FERAGUA) y la empresa Aliara Agrícola –, integraron, en un único punto, datos diversos, como los procedentes de sistemas de teledetección, pronósticos meteorológicos, predicciones del clima, y modelos de riego. De esta manera, ha sido posible analizar durante 3 años las áreas piloto para mejorar el suministro de agua en el campo y gestionar la productividad de forma más eficiente.

Estamos viviendo en una era donde la información se ha convertido en el motor del progreso, y el uso inteligente de los datos geoespaciales nos brinda una oportunidad única para construir un futuro más sostenible, eficiente y resiliente. Es responsabilidad de todos aprovechar esta valiosa herramienta para tomar decisiones informadas que beneficien a la sociedad en su conjunto.

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