Opinión

Una red ‘invisible’ para lograr la eficiencia energética



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Es importante promover el desarrollo no solo de tecnologías que sean eficientes, también que estén creadas para reducir las necesidades de consumo. Si toda la red 0G de España consume menos que un emplazamiento 5G ¿por qué no crear sinergias?

Publicado el 11 jul 2023

Manuel Álvarez

Managing Director de UnaBiz España



Manuel Álvarez de UnaBiz España
Manuel Álvarez de UnaBiz España

La generación de energía es uno de los factores que más contribuye al cambio climático. De hecho, según la Organización de las Naciones Unidas, representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. De ahí que duplicar la tasa de mejora de uso de la energía se haya convertido en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hacer frente al cambio climático es una responsabilidad de todos los ciudadanos y sectores económicos. Y en este sentido, la tecnología tiene un papel determinante.

A pesar de que esta década quedará marcada por la incertidumbre económica y los conflictos geopolíticos, también está siendo clave la aparición de una nueva oleada de tecnologías que se aplican con fines sostenibles. Cada oleada de innovación tecnológica tiene alguna ventaja sustancial sobre la anterior.

El 5G se presentó hace unos años como la tecnología de conexión del futuro, pero, sin haber terminado de desplegarse, ya se comenzó a hablar del 6G. No obstante, y pese a lo revolucionario de este proyecto, a la vista de los datos está que aún queda camino por recorrer para una implementación total: por mucho que sea el objetivo a largo plazo, el 5G, que consume inevitablemente más electricidad que sus antecesoras, aún no puede trabajar como una herramienta independiente y debe complementarse con otro tipo de tecnologías que, por infraestructura y sencillez, puedan realmente mejorar las conexiones y ahorrar costes en muchas zonas del mundo.

En el contexto actual, la digitalización y la hiperconectividad requieren de mayores esfuerzos energéticos, sobre todo porque las infraestructuras deben estar preparadas para hacer frente a la demanda. Para ello, es importante promover el desarrollo no solo de tecnologías que sean eficientes, también que estén creadas para reducir las necesidades de consumo. Si toda la red 0G de España consume menos que un emplazamiento 5G ¿por qué no crear sinergias?

El IoT se encuentra en un momento de expansión por sus numerosas ventajas energéticas en comparación con el resto de redes y su aplicación en sectores determinantes, como la industria, no hacen sino acrecentar las necesidades de nuevos modelos de conectividad más eficientes y escalables

Red 0G: construyendo la industria del futuro

Un 16,8% de las empresas españolas utilizó en el primer trimestre de 2020 el Internet de las cosas, lo que la convierte en la nueva tecnología más empleada por las compañías, según la Encuesta sobre el uso de TIC y del comercio electrónico en las empresas elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin duda, el IoT está permitiendo a las empresas, la industria española y las organizaciones ir un paso por delante en gestión de recursos y en ahorro de costes.

El IoT se encuentra en un momento de expansión por sus numerosas ventajas energéticas en comparación con el resto de redes y su aplicación en sectores determinantes, como la industria, no hacen sino acrecentar las necesidades de nuevos modelos de conectividad más eficientes y escalables. La respuesta ante esta dicotomía, se halla en lo que conocemos como el “0G”, un enfoque de estándar de comunicaciones alternativo que cuenta entre otras ventajas con una sencilla implementación y la capacidad de llegada a ubicaciones a las que otro tipo de redes no son capaces.

Un ejemplo es la aplicación de sensores y dispositivos IoT en las instalaciones de edificios, fomentando la creación de los smart buildings, como la Torre Llevant. Este edificio utiliza la red 0G para monitorizar variables como temperatura, humedad y CO2, lo que permite una gestión inteligente de espacios de trabajo modernos. La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) también utiliza el 0G para controlar la calidad del aire de sus aulas y tener un mejor control de su consumo energético de forma automática a través de su BMS.

Esta red ofrece varias ventajas: un consumo energético mínimo debido a su tecnología de radio, bajo coste y larga autonomía de los sensores conectados, amplia disponibilidad de proveedores homologados y facilidad de instalación y configuración. También tiene un gran potencial en el mundo de las renovables, concretamente en lo referente a la eólica y a la fotovoltaica. Cada panel solar o turbina eólica puede monitorizarse con la red 0G para permitir un mayor ahorro en los consumos y evitar el desperdicio energético por posibles incidencias.

Es innegable que el IoT tiene un importante papel en la creación de espacios inteligentes, ya sean ciudades, edificios o sectores. Cada vez son más las compañías que cuentan con la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, ahorrar costes y completar sus estrategias de sostenibilidad. Sin duda, la aplicación del IoT es fundamental para la transición energética y para la consolidación de las renovables y, por ello, debe ganar visibilidad para la industria.

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