Nuxia, la startup, fundada en 2024 por Javier López de la Morena, y Diego Fernández tras una larga trayectoria en multinacionales tecnológicas, ha irrumpido en el mercado español combinando modernización cloud, Kubernetes e inteligencia artificial aplicada al negocio. En esta entrevista, su CEO, Javier López, analiza el estado real de la IA en España, desmonta mitos sobre su adopción, defiende la necesidad de modelos supervisados y explica cómo los “trabajadores digitales” pueden transformar procesos sin sustituir a las personas. López presenta además ClaraNux, el comercial digital desarrollado por la compañía, y adelanta su próximo gran proyecto: un marketplace de empleados digitales on-demand.
¿Qué es Nuxia? ¿Cómo y por qué surge la compañía?
Nuxia nace tras muchos años de experiencia trabajando en multinacionales del mundo del software y la transformación digital. He liderado proyectos desde cero en compañías como Red Hat, Microsoft, o VMware (ahora Broadcom), y durante ese recorrido detectamos dos necesidades claras en el mercado. La primera, que muchas empresas requieren la contratación de servicios muy concretos -por ejemplo, la instalación de Kubernetes-, pero carecen de un verdadero acompañamiento global durante todo su proceso de transformación digital. Ahí hemos detectado carencias importantes. La segunda necesidad que hemos visto es que la llegada de la inteligencia artificial abre la puerta a crear productos completamente nuevos y de gran utilidad para las empresas. Nuxia se fundó para cubrir ambos espacios: acompañar a los clientes en su evolución tecnológica y, a la vez, desarrollar nuevas soluciones basadas en IA. Desde el primer día hemos tenido proyectos, por lo que nunca hemos necesitado financiación externa.
Por tu trayectoria profesional podría parecer que quizás estáis muy enfocados en el sector financiero. ¿Es así?
No. De hecho, no tenemos un foco exclusivo en banca. La ventaja de Nuxia es que combinamos una parte muy técnica, liderada por nuestro CTO, Diego Fernández, que cuenta con una marcada visión comercial y estratégica. Eso nos permite ser flexibles y adaptarnos a lo que necesita cada cliente. Actualmente, trabajamos con sectores muy variados: desde Administración Pública, a retail, viajes, industria y también servicios financieros, pero no estamos limitados a ninguno.
“En España aún falta madurez tecnológica para abordar proyectos de IA con éxito”
¿Qué cartera de clientes manejáis actualmente?
Llevamos más de un año en el sector y ya hemos trabajado con alrededor de treinta clientes, desde contratos muy grandes hasta proyectos más pequeños. Tenemos clientes de todos los tamaños y sectores.
¿Qué soluciones ofrecéis exactamente y cómo se combinan Kubernetes, cloud y la IA dentro de vuestros proyectos?
Tenemos dos líneas de negocio. En la primera, la mayor parte de nuestros proyectos están relacionados con contenedores cloud tipo Kubernetes, agilidad y modernización de plataformas. También trabajamos en datos y automatización. Por otro lado, en el área de IA intentamos centrarnos en necesidades empresariales reales. Hoy en día, la IA generativa se aplica de dos formas: como herramienta personal (tipo ChatGPT o Copilot) o como “trabajador digital”, que es la línea que desarrollamos. Un trabajador digital combina IA con datos, automatización, APIs y modelos algorítmicos. No es un proyecto puramente de IA: es un proyecto de software muy completo. Esto permite controlar la calidad, evitar los errores y supervisar la evolución del sistema. La IA se integra en determinadas partes del proceso, no en todas, y siempre con aprendizaje supervisado.
¿Cómo se entrena la IA en estos casos? ¿Es un proceso complejo?
Se puede entrenar de muchas formas: dándole ejemplos de respuestas correctas, supervisando errores, incorporando nueva información o actualizando tecnología. Un trabajador digital es un proyecto vivo. Es necesario ir añadiendo capacidades nuevas, igual que se formaría a un empleado humano. Porque la IA se equivoca, y eso forma parte de su proceso de aprendizaje. Lo clave es que esos errores estén siempre supervisados y sirvan para mejorar.
¿Crees que siempre será necesaria la supervisión humana, o llegará un punto en que esto deje de ser imprescindible?
La supervisión humana siempre será necesaria. El mercado cambia, la regulación cambia, las tecnologías cambian. Son las personas las que tienen que decidir cómo se adapta el sistema. Todo lo demás es, de momento, entrar en ciencia ficción. A día de hoy, la combinación persona + IA es lo que mejores resultados está dando, igual que ocurrió en los primeros torneos de ajedrez, donde equipos mixtos superaban tanto a grandes maestros como a máquinas.
¿Cómo están reaccionando las empresas españolas ante la IA? ¿Hay más entusiasmo o miedo?
Hay de todo. Una parte del mercado teme la pérdida de empleo. Otra cree que la IA lo hace todo sola, lo cual es un error grave y la causa de muchos fracasos recientes. Ahora estamos entrando en una fase más madura: tras varios proyectos fallidos, las empresas empiezan a preguntarse qué ha ido mal y cómo abordarlo correctamente. Los agentes de IA están ayudando a que las compañías entiendan mejor este concepto, aunque aún falta mucho por integrar datos, procesos y sistemas para que sean realmente útiles.
Muchas empresas tienen dudas sobre privacidad y seguridad. ¿Cómo abordáis ese aspecto?
Actualmente, existe tecnología suficiente para hacer proyectos totalmente on-premise, con modelos open source europeos, americanos o chinos, sin enviar datos fuera de la empresa. En muchos casos, un sistema de IA bien configurado es incluso más seguro que una persona: no se cansa, no se enfada ni tiene intereses propios. Y puede operar sin conexión a internet, igual que un empleado interno. En Nuxia cumplimos siempre con la normativa de IA y podemos generar informes de cumplimiento para cada proyecto.
“Los trabajadores digitales serán claves en la próxima revolución empresarial”
¿Qué tecnología utilizáis para implementar estas soluciones?
Depende del cliente. Podemos trabajar con nubes públicas, con modelos open source, con hardware dedicado o con infraestructuras híbridas. Un ejemplo: con una pequeña “caja” de NVIDIA podemos desplegar modelos y crear un trabajador digital totalmente interno. Y si el cliente tiene más demanda, se escala: pueden ampliarse varias máquinas, GPU adicionales, nube, etc. La clave es ser flexibles y elegir la opción más eficiente, segura y económica.
¿Qué valor diferencial aporta Nuxia frente a otras empresas?
Sobre todo, nuestra experiencia en proyectos complejos y en transformación digital completa. No vemos la IA como un proyecto aislado, sino dentro de un ecosistema que incluye datos, desarrollo, automatización, arquitectura y negocio. Muchas empresas quieren implantar la inteligencia artificial, pero no tienen los cimientos tecnológicos para soportarla. Nosotros vemos el problema de forma integral y ayudamos a construir todo el recorrido.
¿Cómo ves el estado de Kubernetes y la implantación de contenedores en España?
Todavía queda mucho camino por recorrer. Muchas compañías siguen con sistemas legacy o mainframes y sólo implementan Kubernetes en los puntos donde lo necesitan urgentemente. Además, faltan profesionales con experiencia real, lo que hace que muchos proyectos funcionen a medias. Pero la tendencia es clara: la reducción de costes y la necesidad de agilidad harán que esta transformación llegue antes o después.
¿Qué es exactamente un “trabajador digital”?
Es una combinación de IA, automatización y software que replica lo que haría una persona. La clave es interactuar con él como si fuera un empleado: formarlo, darle contexto, supervisarlo y corregirlo. No se trata de sustituir masivamente puestos de trabajo. Hay muchas tareas que hoy no se hacen porque serían demasiado lentas o costosas para un humano, pero que un trabajador digital sí puede asumir, como operar 24/7 o gestionar miles de datos.
“La transformación digital real no es solo IA: es datos, arquitectura y cultura”
Hablemos de ClaraNux, el “trabajador digital comercial” de Nuxia…
ClaraNux nace de nuestra experiencia en ventas. Diseñamos un comercial digital que replica exactamente lo que haría un vendedor humano: buscar contactos, analizar información en internet, interactuar con clientes, gestionar correos, integrarse con herramientas como el CRM o personalizar mensajes según el sector.
Hemos enseñado estructuras de conversación, formas de responder a objeciones, datos de producto y procedimientos completos. Además, cuenta con supervisión humana desde una interfaz web, donde un responsable puede marcar reglas: horarios, tonos, tareas, excepciones, etc. Incluso introducimos variaciones aleatorias en la hora de envío de emails para evitar que parezca una máquina.
Hoy ClaraNux puede realizar todo el ciclo comercial hasta la entrega de propuestas predefinidas. Dependiendo del cliente, puede trabajar solo en prospección o acompañar el proceso completo.
¿Qué acogida está teniendo?
Muy buena. Y lo mejor es que son los mismos clientes los que nos están proponiendo nuevos usos, como limpieza de bases de datos o integración de fuentes múltiples.
¿Algún paso más en la hoja de ruta?
Sí. Actualmente estamos diseñando un marketplace de trabajadores digitales, una especie de “InfoJobs” de IA, donde una empresa pueda contratar un trabajador digital de forma temporal, tipo freelance, sin necesidad de desplegar toda una infraestructura propia. Es uno de los pasos que queremos lanzar antes de final de año.






