En los últimos años, la doble titulación en Matemáticas e Informática ha experimentado un notable auge, situándose entre las opciones más atractivas para los estudiantes con altas capacidades analíticas y vocación tecnológica. Este fenómeno responde a una demanda creciente por parte de empresas e instituciones que necesitan perfiles capaces de abordar problemas complejos combinando pensamiento lógico, modelado matemático y habilidades de programación. Como consecuencia directa, las notas de corte en las universidades públicas para acceder a este tipo de estudios se han incrementado notablemente, posicionándose entre las más altas de la oferta académica actual.
La transformación digital y el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data o la ciberseguridad, han convertido estas dobles titulaciones en una de las elecciones más estratégicas tanto desde el punto de vista académico como profesional. No solo garantizan una elevada empleabilidad, sino que también abren la puerta a algunos de los salarios más atractivos en el campo tecnológico.
Las bases matemáticas de la Inteligencia Artificial
Vivimos en un momento histórico en el que la Inteligencia Artificial está redefiniendo sectores enteros: salud, finanzas, industria, educación o comunicación. La IA no es magia, detrás de cada recomendación de una plataforma de streaming, cada predicción de riesgo financiero o cada imagen generada por un modelo de IA generativa, se encuentran las matemáticas.
Los algoritmos de deep learning, los árboles de decisión, el machine learning o el procesamiento de lenguaje natural son traducciones computacionales de principios matemáticos como el álgebra lineal, la estadística, la teoría de grafos o el cálculo multivariable.
Es decir, las matemáticas son el lenguaje estructural de la IA, no solo permiten diseñar algoritmos, sino también entender su comportamiento, validar sus resultados y mejorar su eficiencia. La informática, por su parte, proporciona la infraestructura lógica y computacional que permite implementar estos algoritmos a gran escala.
En la práctica, el desarrollo de IA exige una doble competencia: la capacidad de programar e implementar soluciones y la habilidad de conceptualizar, modelar y analizar estos sistemas. Este binomio entre matemáticas e informática permite traducir problemas reales a modelos computables, analizar los límites, riesgos y sesgos de los algoritmos, interpretar resultados complejos y traducirlos a conocimientos útiles, desarrollar nuevas arquitecturas de IA desde cero, o mejorar la eficiencia y la capacidad de generalización de los modelos de IA.
Los arquitectos del futuro tecnológico
Los egresados en matemáticas e informática cuentan con una formación transversal que combina el rigor del pensamiento lógico con las competencias técnicas propias del desarrollo tecnológico. Esta doble especialización les permite acceder a posiciones altamente cualificadas, tanto técnicas como estratégicas, siendo perfiles muy valorados en el mercado laboral por su capacidad para abstraer, modelar y resolver problemas complejos, así como por su agilidad para aprender y aplicar nuevas herramientas en todo tipo de entornos.
No es casualidad que su tasa de empleabilidad roce el 95 % en el primer año, ni que accedan rápidamente a posiciones de responsabilidad con niveles salariales por encima de la media. Estos perfiles híbridos son clave en campos tan diversos como la ciberseguridad, el big data, el desarrollo de software avanzado, la optimización de procesos o la simulación computacional. Y lo son no solo por su formación técnica, sino porque su manera de pensar aporta una ventaja diferencial en sectores estratégicos como la banca, la salud o la logística.
La transformación digital que vivimos hoy en día afecta al núcleo de cómo tomamos decisiones, que contenido consumimos o cómo procesamos la información. Por eso, son necesarios profesionales que comprendan y sean capaces de crear la tecnología desde cero. Además, este presente no se entiende sin IA, y la IA no se construye sin matemáticas. Formar a quienes entienden los fundamentos, cuestionan los resultados y construyen con rigor es una inversión estratégica para cualquier sociedad. La doble titulación en Matemáticas e Informática no solo forma profesionales del presente, sino arquitectos del futuro tecnológico.