Empresas en 2021: cada vez más nativas en la nube

Publicado el 23 Mar 2021

Estamos viendo un inexorable crecimiento en la inversión en la nube. Hace unos meses, siete de cada diez empresas españolas planeaban aumentar sus inversiones en cloud a lo largo de 2021, según un estudio de Quint. Ya estamos en la fase de adopción masiva de estos sistemas, y los líderes que no los adopten, por los costes iniciales y la complejidad, se quedarán atrás frente a los que la aprovechen con éxito para impulsar sus programas digitales. No en vano, en plena pandemia, la mayor parte de los encuestados indicaban que el mayor beneficio obtenido es la continuidad del negocio y la recuperación de desastres.

Este cambio tecnológico requiere un cambio de mentalidad. Se ha pasado de un cloud como infraestructura a obtener servicios a través de aplicaciones nativas en la nube. En los primeros tiempos de estos sistemas, muchas empresas elegían un proveedor para trabajar exclusivamente con él. Ese enfoque ya no es suficiente ni necesario. Los beneficios del multi-cloud —que comprende alguna combinación de nube pública y privada— ya están claros: permite contar con más flexibilidad, eficiencia y rendimiento de la organización, a la vez que evita la dependencia del proveedor.

El proveedor de nube adecuado es el que proporciona los servicios correctos para apoyar un caso de uso específico. Por ejemplo, muchos utilizan Amazon Web Services para las aplicaciones orientadas al cliente, mientras que plataformas como Microsoft Azure tienden más a una amplia gama de procesos empresariales, y Google es el favorito para los análisis.

Aprovechar la multi-cloud de forma efectiva significa ejecutar sistemas en la nube de manera eficiente, fiable y escalable que se integran con procesos unificados de DevOps y gobernanza. A medida que las empresas recurren a diferentes proveedores para agregar, racionalizar y proporcionar conocimiento en torno a sus datos, esperamos un crecimiento en la demanda de la nube múltiple.

Sin embargo, tener una estrategia de multi-cloud no consiste sólo en decidir qué proveedores utilizar. A medida que este tipo de sistemas múltiples se hace más común, es fundamental tener una estrategia que garantice que todo el ecosistema funcione conjuntamente. Las organizaciones deben centrarse en optimizar la comunicación entre las diferentes nubes, lo que comprende tanto aspectos tecnológicos como operativos de las implantaciones de la tecnología.

Al mismo tiempo, para aprovechar plenamente las ventajas de estos sistemas, las organizaciones deben tomarse en serio la modernización de las aplicaciones para que sean nativas al nuevo entorno. Esto significa dejar de pensar que su mera migración es suficiente para el éxito. Esto es más asequible al principio, pero sólo resuelve una parte del problema. Si no se actualizan las aplicaciones heredadas, trasladar el centro de datos al cloud para resolver, por ejemplo, problemas de tiempo de comercialización, fracasará y la empresa seguirá enfrentándose a los mismos retos que antes. Dado que el desarrollo nativo en la nube permite un cambio rápido y una innovación continua, las organizaciones deberían transformarse primero en aquellos casos en los que la velocidad y la resistencia son especialmente importantes.

La nube marca también un cambio de paradigma que implica algo más que una nueva tecnología. Impulsar la innovación y la creación de valor requiere también una transformación de las personas, los procesos y la cultura. Entre las empresas de todos los sectores que se plantean la migración, los problemas más comunes que escuchamos son quién debe encargarse de la gestión de las soluciones cloud —el departamento de TI o las líneas de negocio que las utilizan— y cómo actualizar la cultura corporativa para superar la resistencia al cambio de la “vieja guardia”.

Con el paso a la nube, las formas tradicionales de trabajar han dado un vuelco. A medida que las organizaciones adoptan DevOps para permitir un mayor grado de agilidad digital, el desarrollo está pasando de un enfoque impulsado por proyectos a otro impulsado por productos. El nuevo modelo es “tú lo usas, tú lo construyes”, lo que da a los equipos individuales mayor responsabilidad en las diversas etapas del desarrollo y exige que TI y el negocio operen al unísono.

Se trata de un cambio cultural importante que requiere planificación. Con demasiada frecuencia, vemos que las empresas subestiman la comunicación y la transformación de la gestión necesarias para impulsar con éxito el cambio a la nube. Lograr que la empresa se alinee es fundamental. Incluso con la aceptación de las atas esferas, los equipos pueden resistirse a las alteraciones en sus funciones diarias. Y para mejorar las competencias de los empleados actuales y atraer a la próxima generación de talentos, los líderes deben invertir en planes integrales de formación y contratación.

Desde los nuevos procesos empresariales y organigramas hasta los modelos de negocio innovadores y las ofertas de productos, la nube presenta oportunidades únicas para crear eficiencias operativas y aumentar los ingresos.

El resultado final es que cada empresa requiere un enfoque diferente para el cloud y se enfrenta a diferentes retos. Hay veces en que la complejidad y los costes iniciales pueden resultar intimidantes, e incluso perjudiciales para las operaciones. Con todo, a largo plazo hay claras ventajas en la transformación. Mantenerse al día en una economía tan compleja y cambiante puede ser un reto, pero una cosa está clara: no importa el sector, ser nativo en la nube es la forma de asegurar el futuro de su negocio.

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Ramón Pérez Blanco

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