La pandemia y el cambio a modelos de trabajo híbridos han provocado que muchas organizaciones reconozcan que un giro a la nube permitiría más agilidad, capacidad de respuesta, innovación y eficiencia. Sin embargo, muchas empresas siguen planteándose este paso, dudando principalmente por la preocupación por el coste y por el riesgo percibido.
Ahora, más que nunca, las soluciones en la nube han demostrado ser más rápidas, fiables, escalables y rentables que las soluciones locales existentes. Las empresas están comprobando rápidamente las ventajas de la nube y están justificando su implantación. Por ello y para crear conciencia, OpenText recopila las principales percepciones que hay en torno a la migración a la nube y su correspondiente realidad.
Percepción: los datos están más seguros en las instalaciones locales que en la nube
La realidad: la seguridad de los datos se encuentra en la cúspide de la importancia para las empresas y exige muchos recursos, al igual que herramientas y conocimientos especializados. Al desplegar aplicaciones tanto en las instalaciones locales como en la nube, las empresas deben dar prioridad a la seguridad, la privacidad y el cumplimiento de la normativa.
Cuando se elige un proveedor en la nube, es necesario hacerlo teniendo en cuenta que debe ser incorporado como una extensión de los equipos de seguridad. Este proveedor administra la seguridad y la privacidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que garantiza que se cumplan los estándares de la industria y las obligaciones de privacidad de los datos y que se mantengan los datos tan seguros como si estuvieran en las instalaciones.
Percepción: la nube significa pérdida de control
La realidad: los proveedores de la nube no quieren que las empresas pierdan el control de sus aplicaciones y datos. De hecho, al migrar a la nube, las organizaciones tienen aún más control sobre ellos. Además, las empresas también deben comprender los diferentes modelos de despliegue de la nube: privado vs público vs híbrido.
Para lograr una colaboración exitosa con un proveedor de nube, las empresas deben reconocer las necesidades de la organización. “¿Qué, para quién y dónde debe estar disponible la información?” o “¿Es necesario que la información esté disponible en tiempo real?” son algunas de las preguntas a tener en cuenta.
Percepción: las instalaciones locales son más baratas que la nube
La realidad: hay muchos costes ocultos que hacen que las soluciones locales sean más caras. Por ejemplo: la asignación de componentes de infraestructura compartidos, el mantenimiento, las mejoras, los ciclos de actualización, la seguridad, la privacidad, los gastos generales y la optimización del rendimiento. Las empresas deben considerar el coste total de propiedad (TCO) de las soluciones locales en comparación con la migración a la nube. Muchos proveedores de nube incluyen estas responsabilidades en un presupuesto operativo mensual para que las empresas puedan ajustar los recursos y tener gastos predecibles.
Percepción: el equipo de TI no está preparado para la nube
La realidad: en lugar de responsabilizar a la organización de TI con un nuevo conjunto de capacidades, la adopción a la nube permite a los equipos de TI centrarse en las competencias críticas para sus negocios. El trabajo del proveedor de la nube es dar soporte en la migración, y proporcionar la última formación y el conocimiento y experiencia especializados de los que puede carecer la empresa. Esto suele incluir la evaluación, la planificación y la ejecución de la adopción de la nube, así como la incorporación y la garantía de que la implementación y la puesta en marcha son perfectas. De hecho, algunas de las estrategias clave para salvar la brecha en lo que respecta a las habilidades necesarias para migrar a la nube incluyen la formación del personal de TI existente, la contratación de talento y la asociación con un proveedor de servicios gestionados.
Percepción: la migración a la nube tiene una magnitud única
La realidad: los proveedores de la nube pueden trabajar con las organizaciones para identificar y crear el mejor plan que se adapte a las necesidades específicas de la organización, creando caminos flexibles para un cambio exitoso a la nube. Algunos ejemplos de opciones flexibles para migrar las soluciones de gestión de la información (IM) a la nube son:
- Actualización: las organizaciones que no están preparadas o no pueden migrar completamente a la nube pueden permanecer en las instalaciones, pero actualizar a una versión nativa de la nube. Esto les prepara para estandarizar y potencialmente eliminar personalizaciones complejas en preparación para un futuro traspaso a la nube. Esta opción permite actualizaciones más rápidas y es una solución más fácil y rentable.
- Mejorar: existe flexibilidad para que las empresas se trasladen a la nube a su propio ritmo sin necesidad de actualizar. Esto incluye el aprovechamiento de las ventajas de la nube, como un acuerdo de nivel de servicio único (SLA), la racionalización de los procesos y una responsabilidad mejorada, todo mientras se mantiene en su software actual.
- Modernizar: el proveedor de la nube actualizará completamente las aplicaciones y datos para realizar el traspaso. Las empresas podrán maximizar los beneficios de la nube utilizando la última versión de las aplicaciones y soluciones.
En definitiva, las empresas que se pasen a la nube y decidan realizar esta migración se darán cuenta de la mejora de la seguridad y la privacidad que supone; además de seguir teniendo el control de los datos, al mismo tiempo que reducen el coste total de propiedad.