España lidera en Europa la aceleración tecnológica desencadenada por la pandemia

Es el país donde más ha crecido durante la pandemia el uso de tecnología digital, tanto en el trabajo como en el ámbito personal, de acuerdo con el índice eToro realizado por el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR).

Publicado el 14 Dic 2020

España lidera en Europa la aceleración tecnológica desencadenada por la pandemia

España ya es digital. La pandemia ha empujado a millones de personas al uso de plataformas y soluciones digitales, acelerando enormemente el uso de esta tecnología en Europa y España está a la cabeza de esa tendencia. Esa es la conclusión de un estudio impulsado por la plataforma de inversión en multiactivos eToro y realizado por el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR), con 18.000 encuestas en nueve países europeos: Alemania, Francia, Reino Unido, España, Italia, Holanda, Dinamarca, Polonia y Rumanía. España despunta en el informe como el país donde más se ha acelerado la transformación tecnológica a causa de la pandemia. Así, mientras que la investigación confirma que la pandemia ha acelerado la transformación digital en toda Europa, ya que más de un tercio (36%) de los encuestados ha aumentado su uso de la tecnología digital fuera del trabajo, ese porcentaje se eleva al 49% en el caso de España. En el ámbito laboral, un 30% de los europeos confirma que ha incrementado el uso de nuevas tecnologías, debido a las restricciones y los temores sanitarios. Pero de nuevo España sobresale, al elevarse el dato al 42%, en contraste con lo que ocurre en Alemania, por ejemplo, donde la cifra es del 19%.

“Desde el trabajo hasta la familia, desde el dinero hasta los medios, la forma en que nos involucramos con casi todo en nuestras vidas ha cambiado este año debido al COVID-19”, comenta el CEO y fundador de eToro, Yoni Assia. “El año 2020 ha sido un año de aceleración digital. El pie colectivo del mundo le dio al pedal y adoptamos en pocas semanas tecnología que de otra manera hubiera tardado unos años en calar en nuestra vida cotidiana”, completa.

España, líder en penetración digital junto con Reino Unido

En términos de penetración digital actual, España se sitúa en segundo lugar por detrás de Reino Unido, pero lidera la estadística en el uso de hardware y software, que se emplean con más frecuencia que en el resto de países estudiados y también encabeza la clasificación en el grado de penetración del uso de plataformas de inversión online. España ocupa además la primera plaza en predisposición digital, con una elevada proporción de personas que se sienten cómodas en la transición a una serie de soluciones digitales, como los servicios de streaming (70%) o la visualización virtual de propiedades inmobiliarias (26%).

Con los datos obtenidos en la encuesta, combinado varios indicadores derivados de una variedad de conjuntos de datos públicos oficiales, se ha creado un Índice de Transformación Digital, que combina el grado actual de dicha penetración digital con el potencial de expansión de estas nuevas tecnologías. En este ranking, España ocupa la segunda plaza con 57 puntos, superada por Dinamarca (58), pero por encima de Reino Unido (57); Holanda (54); Polonia (48); Alemania (46); Francia (45); Rumanía (45) e Italia (41).

Salud, ‘wearables’, streaming… las transformaciones que ha traído el coronavirus

La investigación revela que, cuanto más se usan las tecnologías digitales, más capaces y seguros se vuelven los ciudadanos en su uso. Esto apunta a un círculo virtuoso en el que la mayor adopción de la tecnología mejora las capacidades tecnológicas, lo que a su vez promueve tasas de utilización aún más altas. El coronavirus ha llevado aparejado la intensificación del uso de las tecnologías en muchos aspectos. Por ejemplo, en la atención sanitaria. Antes del COVID, un 54% de los europeos dependía exclusivamente de las citas físicas con el médico. Las intensas presiones sufridas por los sistemas de salud llevaron a una gran expansión de las plataformas digitales en este espacio. El 70% de los encuestados que han acudido a una cita médica durante la pandemia han confiado al menos en cierta medida en las plataformas en línea y el 60% prevé seguir haciéndolo en el futuro; un aumento del 31% sobre la situación previa. En España, un 25% de las personas que tuvieron una cita con el médico durante los meses de expansión del virus confiaron exclusivamente en las plataformas online. El 5% de españoles espera seguir dependiendo exclusivamente de estas plataformas para acudir a las citas médicas, en línea con Dinamarca (5%) y solo superados por Italia (6%).

España también brilla como el país con mayor confianza en el uso de tecnología wearable (77%) -El 54% utiliza tecnología wearable al menos cuatro veces a la semana en España-, de altavoces inteligentes como Alexa o Google Home (65%) y de asistentes móviles inteligentes como Siri o Google Assistant (71%). Además, es también el país con mayor uso de servicios de streaming (87%).

La experiencia de usuario clave en la adopción de las tecnologías

El estudio abarca numerosas variables para medir la incidencia de la digitalización en las vidas cotidianas, que van desde la educación y la salud, hasta la interacción con las autoridades públicas, las compras online, los pagos digitales o la inversión a través de plataformas. Y el hecho es que los europeos también expresan su incomodidad por el uso de soluciones digitales que aún no están bien establecidas.

En todo caso, existe una sólida base de apoyo público para el aumento de la digitalización en los sectores de la energía y los servicios públicos (71%), las finanzas (65%) y el entretenimiento (64%). En el caso de España, se trata del país donde más encuestados (70%) coinciden con la idea de que el Gobierno debería ser más activo en la aceleración del despliegue de la tecnología digital (por ejemplo, el despliegue de la tecnología 5G, la banda ancha de fibra completa) y que consideran que se debería permitir que las empresas privadas desarrollen y apliquen las nuevas tecnologías digitales como consideren oportuno (75%).

La banca online es otro buen ejemplo de una tecnología digital bien establecida en este ciclo. Es la tecnología con la que los europeos se comprometen más regularmente, con casi una cuarta parte (23%) empleándola a diario, el dato se eleva al 32% en España. El 78% de los europeos recurre a ella, al menos una vez a la semana, si bien en España la cifra es del 84%.

La inversión online se muestra de momento en un segundo lugar, aunque con un fuerte potencial de crecimiento. Un 29% de los entrevistados españoles reconocía tener acciones antes de la pandemia, en línea con Italia, por encima del resto de grandes economías y cuatro puntos más que el promedio europeo (25%). Pero solo un 10% admite haber sido más activo en los mercados durante el estallido de la pandemia, mientras que el 64% (68% en promedio en Europa) no ha sido ni más ni menos activo a consecuencia del COVID.

Preocupaciones sobre la ciberdelincuencia y la brecha digital

Eso sí, pese a que la gran mayoría de entrevistados apoya una mayor digitalización en todos los sectores, también crece la preocupación sobre los riesgos asociados a ella. La investigación revela un desacuerdo sobre el ritmo y la escala apropiada de la transformación digital de cara al futuro. Dos de cada cinco europeos consideran que las tecnologías digitales se están extendiendo con demasiada rapidez (54% en España, el porcentaje más alto en el estudio), mientras que casi el mismo número (39%) afirma que el ritmo de cambio es abrumador (47% en España, nuevamente, el más elevado de todos). Esto tal vez no sea sorprendente dada la aceleración en la transformación digital experimentada como resultado de la pandemia.

La inmensa mayoría de los encuestados (97%) tiene algunas preocupaciones sobre los riesgos del delito cibernético a medida que se mueven más datos y actividades en línea, entre ellos más de una cuarta parte (27%) que indicó estar sumamente preocupada. En España, en paralelo con la velocidad adquirida en la adopción tecnológica, la preocupación extrema por delitos cibernéticos es la mayor de toda la muestra, un 35%. En la misma línea, en lo que se refiere a la difusión de fake news, nuevamente España es el país donde hay un mayor número de personas extremadamente preocupadas por esta cuestión, con un 40%. La ciberseguridad de datos personales en aspectos como salud y educación preocupa especialmente.

Y es que las repercusiones sociales en torno a la tecnología digital también pesan mucho en la mente de muchos europeos. De hecho, el 95% está al menos un poco preocupado por la creciente “brecha digital”, ya que las personas que no tienen acceso a las tecnologías digitales se quedan atrás. Esto pone de relieve que fomentar un acceso equitativo a la tecnología digital puede ser clave para lograr que las personas se interesen por un uso más amplio de la tecnología. Cabe destacar aquí, que, a pesar del liderazgo en la predisposición al crecimiento digital, España es el país junto a Rumanía donde mayor es el temor a las consecuencias de la brecha digital, con un 23% frente al 14% de Holanda, por ejemplo.

En definitiva, la investigación muestra claros desafíos por delante, pero también muchos aspectos positivos. Un gran número de tecnologías digitales ya están profundamente arraigadas en la vida cotidiana de las personas en toda Europa. La inmensa mayoría de los europeos valora los beneficios de las tecnologías digitales y un 72% considera que les hacen la vida más fácil. Ese grado de implicación sube al 79% en España, por encima de Alemania (56%); Reino Unido (62%) o Francia (66%), aunque en este aspecto es Polonia quien está primera en la clasificación, con un 87%.

“Nuestro futuro será digital, y la gran mayoría está de acuerdo en que la tecnología hará nuestras vidas más fáciles”, confirma Assia. “Sin embargo, para que ese mundo digital tenga éxito no debemos perder de vista el elemento humano en el centro de esta transformación. Sabemos que las preocupaciones en torno a la desinformación y la protección de datos ya han impulsado la acción entre las cohortes de millenials y de generación Z. Sabemos que los riesgos que plantea una brecha digital no se limitan a los individuos, sino a países enteros. Por lo tanto, la viabilidad de nuestro futuro digital depende de nuestra capacidad de asegurar que este nuevo mundo sea inclusivo, moral y, en última instancia, humano”.

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Redacción Data Center Market

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