Los Smart Data Centers son una realidad

Publicado el 07 Sep 2016

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EnerTIC, la Plataforma de Innovación y Tecnología para la mejora de la Eficiencia Energética y la Sostenibilidad, ha presentado el Informe Sectorial: Smart Data Center con el objetivo de dar a conocer información relativa a los centros de datos y sus necesidades en materia de eficiencia energética y sostenibilidad.

El Informe, enfocado en difundir el papel determinante de la tecnología para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad en los sectores clave de la demanda energética, apunta que uno de los principales retos actuales a los que deben hacer frente los centros de daos es la implementación de un software de gestión y de la tecnología, disponible ya en el mercado, para lograr maximizar la eficiencia tanto operacional como energética de la infraestructura.

Los centros de datos son infraestructuras consumidoras de gran cantidad de energía. Valga como ato que el 3% del consumo energético mundial proviene de los CPD, cuyo volumen de consumo energético fluctúa en función de múltiples factores.

Una de las variables es la gran cantidad de dispositivos conectados, que están registrando un crecimiento exponencial en los últimos años dada la irrupción del IoT y la masificación de las ventas de smartphones y wearables en todo el mundo.

La inimaginable cantidad de datos generados –Big Data– a día de hoy por los dispositivos móviles son almacenados y gestionados en los centros de datos instalados por todo el planeta. En un futuro próximo se desconoce cuándo, ni cuál será el ritmo ni la velocidad de la explosión exponencial del Big Data y del IoT, por lo que lo más recomendable es preparar la infraestructura del CPD de una forma escalable y ordenada, en términos de climatización, energía y gestión. Por este motivo, es necesario dotar de inteligencia a un centro de datos. Esto significa, en su máxima expresión, adecuar la infraestructura para que sea capaz de gestionar por sí misma la operatividad y el consumo energético en función de la demanda de transmisión de datos y de energía.

Estos consumos pueden preverse a día de hoy con antelación. Lo importante es, pues, medir y predecir. Tanto para las operaciones de gestión como de mantenimiento. El surgimiento de la tendencia tecnológica del operation on demand, o dicho de otro modo, gestión en tiempo real, aporta beneficios inmediatos a los data centers: aumento de la competitividad, disminución de los costes económicos y mejora de la sostenibilidad. Otro de los factores estrechamente relacionado con el anterior es la progresiva necesidad de aumentar la capacidad de almacenamiento, de procesamiento y de memoria RAM de los equipos. Finalmente, la última tendencia que aumenta el consumo energético y de datos de los data centers es el cloud computing, una tecnología que, en última instancia, habilita la disponibilidad de toda la información y de todos los servicios en cualquier momento y en todo lugar.

Este escenario hace que los data centers, tanto su capa de hardware como de infraestructura, se estén convirtiendo en una commodity. Por tanto, los data centers están definiendo un nuevo modelo de negocio basado en la venta de los servicios que hay detrás de una infraestructura o dispositivo. En este contexto, el gran reto es aunar los objetivos de dos mundos que convergen en un CPD: el mundo TI y el de facility. El desafío tecnológico y energético que hay por delante es, pues, máximo. El data center as a software, la selección de los datos y el estudio de análisis previos Según diversos estudios, una de las medidas más importantes que deben aplicar los centros de datos inteligentes en un futuro es la implementación de una capa de software (DCIM, Data Center Infrastructure Management) capaz de gestionar toda la infraestructura y los recursos existentes. Nace aquí otro concepto nuevo: el data center as a software. Es la auténtica asignatura pendiente. Asimismo, este software de gestión ha de detectar tanto las ineficiencias de los procesos y de las operaciones como identificar cuáles están aportando valor a los servicios IT de la empresa. Esta capa de software debe integrarse con el resto de herramientas ya en marcha en el centro de datos (ERP). El objetivo no es otro que la infraestructura (OT, Operation Technology) y el software de gestión (IT, Information Technology) funcionen en paralelo, y no de manera independiente y sin comunicarse como sucede en muchos casos. Los beneficios obtenidos de implementar un software de gestión incluyen la posibilidad de planificar las inversiones para el CPD cuando son realmente necesarias; la disminución de las paradas y caídas de servicio; mejorar la disponibilidad a través de una mejor gestión y no únicamente aumentando la redundancia. Todo ello hace que una empresa sea más competitiva. No obstante, el gran reto en el uso de esta tipología de software es parametrizar constantemente la herramienta dado que las demandas y consumos de energía y de circulación de los datos son diferentes cada día. Cabe añadir que en los próximos años será necesario definir y estandarizar patrones de cargas de trabajo basados en estándares abiertos, asegurar la integración de la información extraída de los datos y analizarla a través de técnicas de fog computing.

El siguiente paso es convertir la información en conocimiento, para lo que debe tenerse muy clara la hoja de ruta que defina los pasos a seguir. Es decir, cómo unir la información obtenida de las infraestructuras con la información que requieren las facilities. Además, es necesario haber seleccionado previamente las fuentes de datos realmente importantes. Los millones de datos obtenidos, que se duplican anualmente, no serán almacenables en un futuro cercano por lo que la tecnología debe proponer una solución. De hecho, ya ha resuelto esta problemática en el plano teórico habilitando la selección de los datos realmente importantes para gestionar eficazmente un data center.

El paso necesario, y más complicado, es aplicar esta solución tecnológica en las infraestructuras ya en marcha. De esta manera, los centros de datos contarán con peticiones de servicio centralizadas y ofrecerán información de cómo el usuario del centro de datos está consumiendo los servicios. Añadir que un smart data center también podría ser capaz de gestionar y mover las cargas de un cliente entre distintos CPDs sin producir paradas de servicio. No obstante, surge la problemática de la gestión de los datos, que está asociado al consumo de energía y al espacio físico de almacenamiento disponible.

Existe, sin embargo, otro camino para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de un centro de datos: la elaboración de un estudio completo del comportamiento de la infraestructura, que pude estar mal calibrada, regulada y configurada. Esta medida es la única que aporta la información necesaria para saber cómo está rindiendo el CPD con el objetivo de gestionarlo de la manera más eficiente posible e implementar un programa de mantenimiento predictivo. También debe añadirse que la reducción del consumo puede obtenerse gracias al trabajo con máquinas virtuales. Por ejemplo, realizando un recovery de la máquina virtual se reduce el consumo energético. La virtualización es, por consiguiente, una de las tendencias tecnológicas más claras.

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Redacción RedesTelecom

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