Evitar las interrupciones del negocio o los tiempos de inactividad es el principal objetivo ante la recuperación de desastres. El mejor plan para su empresa a la hora de hacer frente a catástrofes es estar preparado antes de que se produzca la propia catástrofe. Un plan de recuperación en caso de desastres es un planteamiento documentado y estructurado que describe cómo una organización puede reanudar rápidamente el trabajo tras un incidente imprevisto. Descubre en este artículo todas las claves y los mejores consejos para poder implementar un plan adecuado.
La importancia de asegurar la continuidad del negocio
La continuidad de la actividad o el negocio es la capacidad de una organización para mantener sus funciones esenciales durante y después de una catástrofe. La planificación de la continuidad del negocio establece procesos y procedimientos de gestión de riesgos cuyo objetivo es evitar interrupciones de los servicios esenciales y restablecer el pleno funcionamiento de la organización lo más rápidamente posible y sin contratiempos. El requisito más básico de la continuidad de la actividad es mantener las funciones esenciales en funcionamiento durante una catástrofe y recuperarse con el menor tiempo de inactividad posible. Un plan de continuidad de negocio o de recuperación de desastres tiene en cuenta diversos acontecimientos imprevisibles, como catástrofes naturales, incendios, brotes de enfermedades, ciberataques y otras amenazas externas.
¿Qué es un plan de recuperación de desastres?
Un plan de recuperación de desastres (DRP, por sus siglas en inglés) es un documento estratégico que define cómo una organización debe actuar para restaurar sus sistemas tecnológicos y operaciones críticas después de una interrupción grave. Este tipo de interrupción puede ser causada por eventos naturales como terremotos, incendios o inundaciones, pero también por fallos técnicos, errores humanos, ataques cibernéticos o cortes de energía. El DRP establece los pasos específicos para responder eficazmente al incidente, reducir el tiempo de inactividad y garantizar que la empresa pueda volver a operar con la mayor rapidez y seguridad posible.
Su propósito principal es proteger la integridad de los datos, minimizar las pérdidas económicas y operativas, y asegurar que los servicios esenciales continúen o se restablezcan en un tiempo razonable. No se trata solo de un conjunto de instrucciones técnicas, sino de una herramienta de gestión del riesgo que permite a las organizaciones anticiparse a escenarios adversos y estar preparadas para responder sin improvisación. Esto incluye saber quién toma decisiones en medio de una crisis, cómo se accede a los respaldos de información, y cómo se informa al personal y a los clientes sobre el estado de la situación.
La importancia de un plan de recuperación de desastres radica en que ninguna organización está exenta de enfrentar imprevistos. Un solo fallo en la infraestructura tecnológica puede paralizar completamente las operaciones, dañar la reputación de la empresa y generar pérdidas económicas significativas. Contar con un DRP actualizado y probado no solo aumenta la resiliencia organizacional, sino que también inspira confianza entre clientes, socios y empleados. En un entorno cada vez más digital y expuesto a amenazas, tener un DRP no es una opción: es una necesidad estratégica.
Tipos de desastres tecnológicos que pueden afectar a las empresas
Los desastres tecnológicos que pueden afectar a las empresas son incidentes relacionados con fallos o vulnerabilidades en sistemas tecnológicos, que interrumpen operaciones, comprometen datos o afectan la seguridad. Estos pueden ser tanto accidentales como intencionales, y su impacto puede ir desde una breve interrupción hasta pérdidas económicas graves y daño a la reputación.
A continuación, se describen los principales tipos:
Fallos de hardware
Son errores o averías físicas en equipos como servidores, discos duros, routers, o sistemas de respaldo. Pueden causar pérdida de acceso a información crítica o paralizar procesos.
Ejemplos:
- Daño en el servidor principal por sobrecalentamiento.
- Fallo en una unidad de almacenamiento sin respaldo.
Fallos de software
Involucran errores en el funcionamiento de programas, actualizaciones defectuosas, o incompatibilidades que detienen procesos o generan errores en los datos. Ejemplos:
- Fallo en el sistema de facturación tras una actualización mal implementada.
- Incompatibilidad entre una nueva versión de un sistema operativo y el software empresarial.
Ciberataques
Amenazas intencionadas como virus, ransomware, phishing, ataques DDoS, robo de datos o sabotaje digital que buscan interrumpir, dañar o robar información de la empresa. Ejemplos:
- Encriptación de todos los datos de la empresa por un ransomware.
- Robo de información de clientes mediante acceso no autorizado.
Errores humanos
Acciones accidentales del personal que provocan pérdida o corrupción de información, caídas del sistema o fallas en la seguridad. Ejemplos:
- Eliminación accidental de una base de datos.
- Envío de contraseñas a destinatarios equivocados.
Interrupciones de red o conectividad
Problemas en la red local, conexiones a internet o servicios en la nube que imposibilitan el acceso a sistemas y datos. Ejemplos:
- Caída del proveedor de internet durante horas.
- Fallo en el firewall que bloquea el acceso a aplicaciones internas.
Desastres en centros de datos
Daños en instalaciones físicas donde se alojan los sistemas de la empresa o de su proveedor (como nubes públicas o privadas). Ejemplos:
- Incendio en un centro de datos externo.
- Fallo eléctrico prolongado sin sistemas UPS (fuentes de energía ininterrumpida).
Estos desastres pueden suceder de forma aislada o en combinación, y su impacto depende de la preparación que tenga la empresa para responder y recuperarse. Por eso, la gestión de riesgos tecnológicos y la implementación de un buen plan de recuperación de desastres son fundamentales para cualquier organización.
¿Cómo establecer una estrategia adecuada de recuperación de desastres?
Un plan de continuidad de negocio es ayuda a garantizar que los procesos de negocio puedan continuar durante un momento de emergencia o desastre. Una emergencia o catástrofe puede ser un incendio o cualquier otro caso en el que la actividad empresarial no pueda desarrollarse en condiciones normales. Las empresas deben tener en cuenta todas las amenazas potenciales y elaborar un plan de continuidad de las actividades para garantizar la continuidad de las operaciones en caso de que la amenaza se haga realidad.
Para trazar un plan de continuidad de negocio, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Análisis de las amenazas para la organización
- Una lista de las principales tareas necesarias para mantener el funcionamiento de la organización
- Información de contacto de la dirección fácilmente localizable
- Explicación de dónde debe dirigirse el personal en caso de que se produzca una catástrofe
- Información sobre las copias de seguridad de los datos y del emplazamiento de la organización
- Colaboración entre todas las facetas de la organización
- Participación de todos los miembros de la organización
Ventajas de elaborar un plan de recuperación de desastres
Más allá del claro beneficio de mejorar la continuidad de la actividad empresarial en cualquier circunstancia, contar con un plan de recuperación ante desastres puede traer beneficios adicionales.
Rentabilidad
Los planes de recuperación ante desastres incluyen varios componentes que mejoran la rentabilidad. Los elementos más importantes son la prevención, la detección y la corrección. Las medidas preventivas reducen los riesgos de catástrofes provocadas por un error humano. Las medidas de detección están diseñadas para identificar rápidamente los problemas cuando se producen, y las medidas correctivas restauran los datos perdidos y permiten una rápida reanudación de las operaciones.
Aumento de la productividad
La designación de funciones y responsabilidades específicas junto con la rendición de cuentas, como exige un plan de recuperación en caso de catástrofe, aumenta la eficacia y la productividad. También garantiza la redundancia de personal para tareas clave, mejorando la productividad y reduciendo los costes de rotación.
Mejora de la retención de clientes
Los clientes no perdonan fácilmente los fallos o tiempos de inactividad o interrupción del negocio, especialmente si provocan la pérdida de datos confidenciales. La planificación de la recuperación en caso de catástrofe ayuda a las organizaciones a cumplir y mantener una mayor calidad de servicio en cualquier situación. Reducir los riesgos a los que se enfrentan los clientes por la pérdida de datos y el tiempo de inactividad garantiza que reciban un mejor servicio durante y después de un desastre, lo que refuerza su fidelidad.
Cumplimiento de normativas
Los usuarios empresariales, los mercados financieros, los pacientes sanitarios y las Administraciones Públicas confían en la disponibilidad, el tiempo de actividad y los planes de recuperación ante desastres de organizaciones importantes. Estas organizaciones, a su vez, confían en sus DRP para cumplir las normativas del sector, como HIPAA y FINRA.
Escalabilidad
Planificar la recuperación ante desastres permite a las empresas identificar soluciones innovadoras para reducir los costes de mantenimiento de archivos, copias de seguridad y recuperación. El almacenamiento de datos basado en la nube y las tecnologías relacionadas mejoran y simplifican el proceso y añaden flexibilidad y escalabilidad.
Cómo crear un plan de recuperación de desastres
Un plan de recuperación de desastres (DRP por sus siglas en inglés), plan de implementación de recuperación de desastres o plan de recuperación de desastres de TI es una política y/o proceso que está diseñado para ayudar a una organización en la ejecución de procesos de recuperación en respuesta a un desastre para proteger la infraestructura de TI de la empresa y, en particular, promover la recuperación de los datos.
Lo más eficaz es desarrollar un plan de recuperación de desastres de TI junto con el plan de continuidad del negocio (BCP). Un plan de continuidad de la actividad es un plan organizativo completo que consta de cinco componentes:
1. Plan de reanudación de la actividad
2. Plan de emergencia
3. Plan de continuidad de las operaciones
4. Plan de gestión de incidentes (PGI)
5. Plan de recuperación en caso de catástrofe
Uno de los primeros pasos en el desarrollo de una estrategia de este tipo es el análisis del impacto en el negocio, durante el cual el equipo debe definir exactamente cuáles son las prioridades de TI y los objetivos de tiempo de recuperación. El equipo debe programar estrategias de recuperación tecnológica para restaurar las aplicaciones, el hardware y los datos con el fin de satisfacer las necesidades de recuperación de la empresa.

Tipos de recuperación ante desastres
Respaldo de datos: El respaldo de datos implica la creación de duplicados de información crítica, ya sea almacenándolos en sistemas externos o trasladando unidades de almacenamiento a ubicaciones externas. Aunque esta práctica es vital para proteger los datos, no constituye una solución integral de recuperación ante desastres, ya que no incluye la infraestructura de TI necesaria para restablecer completamente las operaciones.
Servicio de recuperación ante desastres como servicio (DRaaS): Consiste en un servicio de disaster recovery en la nube disponible comercialmente que permite a una organización replicar y alojar sus servidores virtuales y físicos en la infraestructura de un tercero. El proveedor de servicios es responsable de aplicar el plan de recuperación ante desastres durante una crisis en función del acuerdo de nivel de servicio.
Instantáneas o snapshots: Estas instantáneas replican datos o sistemas en un punto temporal particular, pudiendo utilizarse para restaurar información siempre que se almacenen en una ubicación segura no afectada por el evento. Sin embargo, es posible que se pierda cierta información dependiendo de cuándo se haya realizado la instantánea.
Recuperación ante desastres virtual (DR virtual): Esta solución implica crear réplicas de la infraestructura de TI, incluidas las operaciones y los datos, en máquinas virtuales fuera de las instalaciones. En caso de desastre, es posible restaurar estas réplicas para reanudar rápidamente las operaciones. No obstante, esta solución requiere transferencias de datos frecuentes y una carga de trabajo constante para ser efectiva.
Consejos para un plan de recuperación de desastres
1. Reconsiderar la capacidad de recuperación ante desastres de la empresa y lo que pone en riesgo. No solo se trata de pérdidas económicas, sino pérdida de prestigio y de confianza de los clientes. Si la capacidad de recuperación de la empresa no es la que necesita, es necesario cambiar el plan de DR. Para conocer la capacidad real de recuperación, la compañía debe responder a preguntas como: ¿cuánto tiempo tardaría en recuperar la información? ¿Cuál sería el punto de recuperación? ¿Cuánto costaría recuperar los datos?
2. ¿Qué datos necesito recuperar? En un entorno convencional no sólo es necesario recuperar datos y aplicaciones, sino también cargas de trabajo las máquinas virtuales, aplicaciones, etc, con el fin de que el negocio pueda continuar desarrollándose sin problemas.
3. ¿Dónde están los datos? Hoy en día, lo más habitual es que, dentro de una misma organización, los datos estén distribuidos entre instalaciones on-premise, una o varias nubes, los puestos de trabajo, dispositivos móviles. Lo ideal es que el plan de DR que se ponga en marcha contemple los datos distribuidos en los distintos escenarios.
4. Aprovechar la nube en la recuperación ante desastres. Las tecnologías en la nube ofrecen nuevas posibilidades y ventajas a la hora de recuperar los datos, como reducción de costes, menor logística, mayor velocidad a la hora de recuperar los datos, mejores niveles de continuidad de servicio, etc.
5. Automatizar la recuperación ante desastres. En la actualidad es necesario contar con una estrategia integral para que la recuperación ante desastres no suponga esfuerzos, riesgos o gastos. Hay que estar preparado para cuando se produce un problema, ya sea un desastre natural o un ataque de ransomware. Para ello es necesario simplificar los procesos automatizándolos y orquestándolos, de forma que, cuando lleguen los problemas, el plan de DR pueda ponerse en marcha sin resquicios
¿Cómo crear un plan de recuperación de desastres para un data center?
En el caso concreto de un data center, un plan de este tipo debe ser detallado, técnico, redundante y probado regularmente, ya que este tipo de infraestructura es crítica para el funcionamiento de múltiples servicios y aplicaciones. Un data center almacena, procesa y distribuye grandes volúmenes de información, por lo que cualquier interrupción puede tener un impacto masivo tanto en términos técnicos como económicos y de reputación.
Un DRP para un data center debe ser:
- Integral: debe contemplar todos los componentes: hardware, software, energía, comunicaciones, seguridad física y cibernética.
- Específico: debe definir claramente los procedimientos para cada tipo de desastre.
- Automatizado cuando sea posible: incluye mecanismos de failover, conmutación por error automática y respaldos automáticos.
- Escalable y actualizado: debe adaptarse al crecimiento del data center y a los cambios tecnológicos.
- Probado regularmente: se deben realizar simulacros para validar su eficacia.
- Auditable: debe estar documentado y cumplir con normativas o estándares (como ISO 27031 o NIST SP 800-34).
¿Qué características clave que debe tener?
1. Inventario completo de activos
Debe contener una lista precisa de todos los equipos, sistemas, aplicaciones, redes y dependencias.
2. Análisis de impacto en el negocio (BIA)
Se deben identificar los sistemas críticos, definir el tiempo máximo aceptable de inactividad (RTO) y la pérdida máxima tolerable de datos (RPO).
3. Evaluación de riesgos
Se deben analizar amenazas como incendios, fallas eléctricas, inundaciones, fallos de hardware, ciberataques, errores humanos, etc.
4. Redundancia física y lógica
- Servidores redundantes.
- Fuentes de alimentación ininterrumpida (UPS) y generadores.
- Conectividad a internet redundante.
- Sitio alternativo o data center espejo (activo-activo o activo-pasivo).
5. Procedimientos de recuperación técnica
Pasos detallados para restaurar servidores, redes, servicios, bases de datos, copias de seguridad, etc., con responsables asignados.
6. Gestión de respaldos
Debe especificar:
- Frecuencia y tipo de backup (completo, incremental, diferencial).
- Almacenamiento en sitio, externo y en la nube.
- Verificación regular de la integridad de los respaldos.
7. Planes de comunicación
- Instrucciones claras para comunicar incidentes a:
- Personal interno del data center.
- Clientes y usuarios afectados.
- Autoridades y socios tecnológicos si corresponde.
8. Seguridad
Debe contemplar mecanismos para:
- Contener y mitigar brechas de seguridad.
- Restaurar controles de acceso.
- Asegurar que los datos recuperados no estén comprometidos.
9. Simulacros y pruebas
Pruebas programadas del plan para identificar fallos, actualizar procedimientos y capacitar al personal.
10. Documentación formal y accesible
El DRP debe estar escrito de manera clara, con accesos físicos y digitales controlados, y disponible incluso fuera del data center en caso de pérdida total.